José Manuel Contreras es uno de los nombres ilustres del futbol de ca nostra. Con una dilatada carrera como jugador de clásicos como el Atlético Baleares, Constancia o Binissalem, el centrocampista tocó su techo en el club azulón conquistando la Copa RFEF y ascendiendo a Segunda B en la temporada 2011/12. Tras colgar las botas se hizo cargo del Andratx ascendiendo de Preferente a Tercera División. Este curso de reestructuración del fútbol amateur nacional, el equipo de Contreras ha hecho historia clasificándose de forma brillante para la fase de ascenso a Segunda División de la RFEF.
Tomeu Terrasa: ¿Cómo fue su transición entre el césped y los banquillos?
José Manuel Contreras: El fútbol desde siempre ha sido mi pasión y quería seguir vinculado. Cuando era futbolista ya entrenaba a niños pequeños pero la formación no me llenaba. Se me daba mejor trato con el futbolista adulto y me ofrecieron llevar el Andratx en Preferente.
¿Cómo se definiría como entrenador?
No me cierro en banda. Dependiendo de la categoría y los jugadores sé adaptarme. Hasta ahora he tenido la suerte de tener un equipo que se amolda a mi filosofía de juego. En Preferente éramos más ofensivos y ahora en Tercera la categoría nos exige trabajar la faceta defensiva.
¿Para ser entrenador de Tercera se necesita un seminario de psicología deportiva?
La gestión de grupos es una asignatura que no se le da mucha importancia en el curso de entrenadores y yo creo que es la más importante de todas y la más difícil. Al principio de lo llevas a casa porque te metes en los problemas de los 25 jugadores. No fue fácil para mí pero, con el tiempo, intento que no me afecte. Sin duda es lo más complicado para un entrenador.
Rubén Nova nos ha hecho cambiar el concepto de la vida, debemos valorar lo que tenemos y disfrutar junto a él.
¿Se puede compaginar el papel de técnico con el de confesor?
Hay veces que, lo que menos haces, es hablar de fútbol pero forma parte de la vida del entrenador por más que desgaste. Cada que año es un aprendizaje, sobre todo para los que empezamos, pero toca asumirlo y vivir con ello.
¿Es usted de los que vive las 24 horas para el fútbol?
Le dedico las horas que debo. Para mí es muy importante pasar tiempo con mi familia, que es lo más importante. En mi caso el éxito que he obtenido es gracias al trabajo de todo mi staff.
¿Se queda con su época de futbolista o como entrenador?
Sin duda me quedaría con la de jugador. No tienes las mismas preocupaciones. Ahora estoy viviendo situaciones nuevas como la de no descansar como hacía antes. Al principio pensaba que no duraría mucho porque creía que estaba hecho de otra pasta. Sin quererlo te llevas a casa cosas que no deberías y me afecta en el sueño.
¿Se aprende de los entrenadores que uno ha tenido?
Muchísimo. Se aprende más de vivencias y experiencias con ellos que de lo que uno ha estudiado. Todo el mundo sabe igual de fútbol pero hay situaciones muy concretas. He intentado coger lo mejor de cada uno porque no podría elegir a uno solo.
Una situación especial fue ganar la Copa Federación con el Binissalem ganando 5-0 en la ida y perdiendo 6-1 en la vuelta…
Siempre lo comento porque fue algo irreal. Sufrimos una barbaridad en Lemona y encima ese año fue también el del ascenso contra el Real Madrid C. Es algo difícil de repetir y fue el mejor año de mi vida futbolística.
¿Qué nota le pone a la Tercera balear?
Por suerte la conozco bien y ha evolucionado mucho. Antiguamente era un grupo fácil para los rivales de las liguillas de ascenso. Últimamente las cosas se están igualando y esto es positivo. El fútbol balear ya no es una perita en dulce.
Al principio pensaba que no duraría mucho. Sin quererlo te llevas a casa cosas que no deberías y afecta en el sueño.
¿Cuál es el secreto de este Andratx?
Somos una familia. Es una cuestión que va más allá del césped. El club tiene un presidente muy cercano, la afición nos acompaña allá donde vamos y no tenemos ninguna exigencia. Jugar sin presión puede ser un punto a favor.
¿Se ven en la Segunda RFEF?
Todavía no. Vivimos el momento y las circunstancias del buen hacer han hecho que estemos en esta posición que hubiésemos firmados con los ojos cerrados. Con el covid no pudimos celebrar el hecho de clasificarnos para la segunda fase de ascenso. Tenemos que ir partido a partido y disfrutar porque ya hemos hecho historia.
¿La experiencia con Rubén Nova marca al vestuario?
Su accidente me marcó mucho personalmente. Somos amigos, hemos tenido una relación muy estrecha y no ha sido fácil. Él me ha enseñado a como afrontar esta situación más que yo a él. Si me pasara eso no tendría la actitud que tiene. Nos ha hecho cambiar el concepto de la vida, debemos valorar lo que tenemos y disfrutar junto a él de estos momentos tan emocionantes. Hemos hecho historia y lo que venga se lo vamos a dedicar porque siente los colores más que nadie.