Pasa el tiempo muy rápido. Parece que fue ayer cuando veíamos a Pogacar entronizado como vencedor del último Tour de Francia, y con unos Juegos Olímpicos de por en medio, ya estamos de nuevo enzarzados con la última gran vuelta de tres semanas del año.
La primera que no tiene a Pogacar entre sus inscritos. Un hecho que dispara las posibilidades de ver una carrera especialmente abierta, con un favorito más definido, Primoz Roglic, pero a escasa distancia de otros valores que pueden desbancar al ganador en tres ocasiones de La Vuelta.
La Vuelta 2024 es especialmente montañosa. Solo encontramos una etapa llana en su recorrido.
De tierras portuguesas, el pelotón se adentrará en suelo español por Extramadura. El calor será una de las batallas a librar. Correr en pleno mes de agosto, por el sur de España, durante diez días consecutivos, tiene su dificultad y su mérito.
Quizás por esta razón, la organización traslada la comitiva al norte peninsular durante el resto de la carrera, con la salvedad de la contrarreloj en la capital, que pondrá broche a tres semanas intensas de ciclismo.
La Vuelta más montañosa de los últimos años
Es una Vuelta especialmente montañosa. El ganador deberá acreditarse como un escalador nato. De las veintiuna etapas, son quince las que tienen a la montaña de protagonista, dos contrarrelojes, y otras oportunidades para los más aventureros con etapas onduladas, dejando una única etapa llana en todo el recorrido, hecho insólito.
Los favoritos se las tendrán que ver con puertos endiablados. Hay para elegir. Pronostico que no será hasta el Cuitu Negru cuando se despeje la verdad verdadera de los favoritos. No es que previamente no haya jornadas exigentes, que sí, que las hay.
Encaramos un La Vuelta especialmente abierta en materia de candidatos al triunfo.
Sin embargo, la igualdad existente entre los grandes nombres y el desnivel que se habrá acumulado en la tercera semana, hace prever que la prudente dosificación condicionará exiguas diferencias y probables cambio de líder. Hasta la aparición del coloso asturiano, recordado por la pugna que protagonizaron Alberto Contador y Purito Rodríguez cuando se disputaban La Vuelta del 2012.
Otras fechas a marcar en rojo, por reverencia histórica, son la de Los Lagos de Covadonga, y la llamada a ser concluyente, el Picón Blanco, más que probable juez de La Vuelta más montañosa de los últimos años.
Favoritos para todos los gustos
Comenzaba definiendo la carrera como especialmente abierta, una de las riquezas de la edición.
Roglic viene acompañado de Vlasov y Daniel F. Martínez, aunque hay algo que no termina de funcionar en la temporada del esloveno.
Mikel Landa llega después de hacer un Tour espectacular. Quizás le pese. Sin embargo, el vasco rueda de forma diferente. Se le ve más suelto y feliz. Siempre fue un candidato emocional, pero este año, conviene seguir su dorsal con especial atención
Carlos Rodríguez, por el contrario, no tuvo el Tour deseado. Un acicate para que el granadino se desquite y luche por ganar su primera Vuelta. Creo que su momento ha llegado.
Es obligado referirse al último vencedor de la carrera, Sepp Kuss. Sobre el papel le es un recorrido muy favorable. Se le vio mejor en la Vuelta a Burgos que en todo lo que llevamos de temporada. Está por comprobar si será capaz de sobrellevar la condición de favorito sin escudos protectores.
Enric Mas parte como la esperanza renovada del Movistar. La última semana que nos regaló en el pasado Tour de Francia, descubrió un ciclista más atrevido y osado. Deberá contar con la colaboración de un Nairo Quintana, hambriento y deseoso de reverdecer viejos laureles. No en vano, hace una década se alzó con el triunfo.
Las bazas de Joao Almeida y Del Toro, ganador del Tour del Porvenir en el 2023, representan la artillería de referencia del UAE, equipo que ha dominado el Giro y el Tour de Francia con el gigante de Pogacar. Se echa de menos a Ayuso.
