Victoria en la ciudad deportiva del Real Zaragoza (0-1). El campeón de Segunda B agota las 38 jornadas de dura, inmerecida e infame penitencia por campillos, polideportivos y hostiles terrenos de juego de plástico sin la más mínima categoría para una centenaria institución que se ha paseado por Europa. Ahora solamente toca pensar en el sorteo del lunes y refrendar el campeonato con un ascenso que se empezó a labrar desde el minuto cero del descenso en Anduva. El proyecto ganador de Maheta Molango sigue adelante con paso firme.