¿Quién será el ciclista del año? Parafraseando a Tolkien con su anillo, afrontamos la carrera que he denominado como un “Mundial para ganarlos a todos”. Los principales protagonistas del año y aspirantes a campeón del mundo tienen la oportunidad de dar respuesta a la pregunta con una victoria, y poder obtener la consideración de tal honor.
La temporada acecha su final. Sí, todavía nos quedan las clásicas italianas y el Mundial de Wollogong. De lo que resta, como decía, la cita del domingo abarca la misión definitiva para que, quienes han saboreado las mieles del éxito, pongan el broche de oro a una temporada brillante.
Vingegaard es el gran ausente.
El Tour de Francia es una carrera tan jacobina y centrifuga que su ganador tiene muchos números del máximo reconocimiento. Sin embargo, en las actuales circunstancias, después de que Jonas Vingegaard acabara consumido después de su triunfo, no ha vuelto a competir. Conocida su renuncia a la cita de este domingo y la orfandad de otros triunfos en la temporada, dejan entrever que el danés acabará el año con el primer Tour de Francia como único laurel. El éxito es el más relevante, sin embargo, a mi criterio, es insuficiente para llegar a considerarlo como el ciclista del 2022. Cierto es que ha anunciado que al final de mes reaparecerá en la CRO Race en tierras croatas, y cabe la posibilidad de que también comparezca en el Giro de Lombardia, tocata de cierre de la temporada.
Por lo tanto, nombres como Van Aert, Pogacar, Remco Evenepoel, todos presentes en la cita australiana, aspirantes natos al maillot arco iris por méritos incuestionables, tienen la inmejorable ocasión de rematar un 2022 con el anillo de vencedor definitivo en la disputa del reconocimiento honorífico.
Van Aert, Pogacar, Evenepoel tienen la oportunidad de proclamarse los mejores ciclistas del año. Alaphilippe, Van der Poel, rescatar un año gris en materia de resultados.
Wout Van Aert hizo un Tour de Francia de ensueño ganando tres etapas, además del premio a la regularidad y a la combatividad, y, sobre todo, dando espectáculo. Hay que añadirle su triunfo en la primera clásica del pavés de Ommlopp y destacadas participaciones en muchas de las carreras del año. De hacerse con el Mundial, es fácil deducir que su nombre podría obtener el reconocimiento definitivo.
Lo mismo sucede con Remco Evenepoel. En su caso, este sí que cuenta en su haber con una grande. El último vencedor de La Vuelta ganó en las clásicas de San Sebastián y de Lieja, además del Tour de Noruega y la Vuelta al Algarve. Si el joven talento se hiciera con el arco iris no cabría debate alguno. Se le podría considerar indiscutiblemente el ciclista del año.
Su relativo fracaso en el pasado Tour de Francia ― hizo segundo, ganó tres etapas y fue calificado como el mejor joven ― no descarta las opciones para Pogacar de repetir un galardón moral. El esloveno ha hecho un año impresionante. Ganador de la Tirreno Adriático, en la Strade, Elsovenia y UAE Tour, además de otras brillantes actuaciones, posibilitan al último ganador del Giro de Lombardía, el logro de hacerse con el Mundial y cicatrizar con un entorchado tan glamuroso la herida que le infligió el triunfo de Vingegaard.
Alaphilippe, a por su tercer maillot arco iris.
Tres nombres que están en boca de todos y a los cuales conviene añadir el del actual campeón del mundo, Julian Alaphlippe, quien, al contrario de los rivales citados, lleva a cuestas la leyenda que arrastra históricamente el maillot arco iris de desgracias e infortunios. El mosquetero se despeñó en la Lieja―Bastogne―Lieja, reapareció en La Vuelta para ayudar a su compañero Remco Evenepoel y coger el ritmo de competición para volver a estrellarse contra el asfalto por tierras murcianas. Llega al Mundial escaso de ritmo. Sin embargo, vuelve a estar acompañado de un equipo de campanillas con nombres tan potentes Bardet, Sivakov, Madouas…
El que se convertiría en el primer ciclista de raza negra en ser campeón del mundo y está en todas las quinielas es Biniam Girmay. El eritreo es otro de los destacados del año. Le precede su excelente Giro de Italia. Aún se recuerda su apurado sprint con otro favorito, Mathieu Van der Poel, que parece haber vuelto por sus fueros, para redimir una temporada agridulce con el Mundial. Magnus Cort Nielsen, Hindley, que corre en casa, engrosan la lista de posibles sorpresas. Doscientos sesenta y siete kilómetros y decenas de emociones nos aguardan en nuestras Antípodas.
