Ahora mismo es una incógnita saber qué Barcelona nos espera el sábado en Son Moix porque no hay referencias competitivas desde el pasado mes de marzo. Los nuevos condicionantes en el reglamento tras el parón por COVID-19 deberían favorecer al conjunto con futbolistas de mayor calidad. Pero todo dependerá de que los de Quique Setién se tomen el encuentro en serio. Sería lo lógico porque es el primero de los partidos tras el regreso y no será lo mismo que en otro episodios de esta temporada.
El sistema desplegado en Eibar puede incomodar al Barça porque se estrella contra esquemas 5-4-1 en defensa.
Vulnerable
El líder ya ha dado muestras este año cuando, jugando encuentros internacionales de por medio, se dejó remontadas incomprensibles como la del Ciutat de València ante el Levante. También lo vimos en Son Moix con la visita del Real Madrid y el ataque de entrenador de Zidane dejando a titulares en el banquillo y jugando con una marcha menos sobre el campo. El factor público sería el único que podría igualar un poco las fuerzas como se ha demostrado este año. Además los blaugrana se han dejado cinco derrotas lejos del Camp Nou.
Preparados
Las oportunidades del Mallorca pasan por llegar bien preparados físicamente durante el confinamiento y se hayan readaptado bien a los movimientos del fútbol sobre el campo. Tácticamente no habrá sorpresas en cuanto a que los catalanes tendrán la posesión de balón. En este apartado habrá que tener también en cuenta si Vicente Moreno repite el dibujo ante el Eibar con tres centrales, dos carrileros y un doble pivote. Este sistema puede incomodar mucho al Barça porque se estrella contra esquemas 5-4-1 en defensa de algunos rivales. Será vital que Moreno mueva el banquillo con los cinco cambios de los cuales dispone.
