Toca señalar al palco

Con la llegada de la primera gran crisis deportiva de la era Luis García Plaza, no deberíamos olvidar el primer y máximo responsable de esta situación como es la propiedad de la SAD. Los americanos ni se inmutan y van a los suyo apareciendo lo justo. En especial cuando toca sentarse en el palco con acompañantes VIP de LaLiga y antes de los mercados de verano e invierno. Así es muy difícil estar en el día a día.

Por Zoom no puedes ver ni sentir la situación interna ni externa del club y el equipo. Todo se queda en frías videoconferencias entre personas a miles de kilómetros. Pero el gran handicap son sus nulos conocimientos de fútbol y sus caprichos a la hora de fichar, quedando demostrado en varias operaciones donde Ortells y Plaza no han tenido voz ni voto.

La gran asignatura pendiente de Sarver y Köhlberg es no haber sido capaces de conseguir estabilidad deportiva.

Responsabilidad

Hace tiempo que se deberían poner todos los focos en el palco y no en el entrenador. Quien seguro que se equivoca en sus planteamientos en algunas ocasiones, pero mucho menos que los propietarios. El eje entre la propiedad, dirección deportiva y entrenador debe funcionar como un reloj suizo.

Si falla uno de los engranajes, aparecen los problemas y este es el caso. El total desconocimiento y el no querer variar una hoja de ruta marcada tras las salidas de Molango y Recio, nos han llevado a la delicada situación que vive hoy el equipo con una dinámica de descenso.

 

Ortells y García Plaza dialogan sobre el césped del Metropolitano (LaLiga).

Incapaces

Con los antecedentes que tienen, no parece inquietarles demasiado a Sarver y su socio Köhlberg apuntarse un nuevo descenso en su currículum. Sería el tercero desde que compraron el club. Todo un récord de despropósitos cuando, hace unos días, se cumplió el sexto aniversario al mando. Alguien podrá decir que en su haber tienen dos ascensos a Primera, otro a Segunda y la liquidación de la deuda, presentando unas cuentas saneadas.

Pero lo que no han sido capaces de conseguir es una estabilidad deportiva, siendo esta su gran asignatura pendiente. Financieramente pueden ser buenos. Futbolísticamente son malos. No quieren entrar en el complicado mundo del fútbol de los despachos. Da la sensación que no quieren arriesgar y son muy desconfiados.

Bandazos

Estas carencias las intentan camuflar desde la planta noble con fuegos artificiales y cuestiones colaterales a lo importante que es conseguir la permanencia esta temporada y consolidarse en Primera. El club desde hace ya años, incluso antes de Sarver, viene adoleciendo de una importante infraestructura deportiva donde se están dando muchos bandazos sin gente de peso.

Falta un CEO deportivo negociador a pesar de que tengo dudas que, primero a los dueños y después a los que hoy tienen en el despacho en Son Moix y Son Bibiloni, les interese dar este paso por miedo a perder poder interno. Por delante queda una segunda vuelta que marcará el futuro del equipo y quizás muy probablemente el de la propiedad, de la que no hay que olvidar el oscuro caso en el que está inmerso Robert Sarver en Estados Unidos.  

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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