A los americanos del US Postal de Lance Armstrong sólo les interesaban dos carreras: el Tour de Francia y la Paris-Roubaix. La luminosidad de Paris y el esfuerzo que trascendía de los reportajes de una carrera con ciclistas irreconocibles, embarrados hasta las cejas, eran las pruebas escogidas para su mejor puesta en escena en Europa. […]