Es desolador verse obligado a defender que se respete el Amor frente a la ofensa gratuita, innecesaria y soez. La mente perversa que ideó aprovechar la inocencia de millones de personas que asistían con entusiasmo a la gala inaugural de los Juegos Olímpicos, el mayor acontecimiento deportivo del planeta, debe sonreír de satisfacción en su […]