El mallorquinismo auténtico, el de toda la vida, no se echó a la calle para celebrar el ascenso. Solamente unos pocos cientos de jóvenes sin memoria histórica (juventud, divino tesoro) dieron color a los improvados fastos del lunes. La plaza de Cort y la fuente de Ses Tortugues registraron la asistencia más floja de las […]