Antonio Raíllo volvió a meter la pata. Algo habitual en el cordobés cada vez que se sienta en la sala de prensa ante los medios de comunicación. En esta última aparición se dedicó a dar una clase sobre lo qué tenemos que hablar o escribir los profesionales de la información. Hasta aquí podíamos llegar, solo faltaría que este buen futbolista me tenga que decir a mí, que llevo 35 años en este negocio, de lo que tengo o puedo opinar. Hablo por mí porqué, allá cada uno con su posicionamiento con la pasada de frenada del jugador rojillo.
El Mallorca y la isla se le han quedado pequeños a un Raíllo al que le ilusiona cambiar de aires.
Fuera de tiesto
El andaluz hizo evidente su descontento con el trato recibido por la prensa a raíz de un comentario que publicó en sus redes sociales tras negarle el club su salida en el mercado invernal al laureado Nottingham Forrest inglés. Raíllo mostró su enfado con el club y, en ese momento, le entendí. Pero, veinte días después, no tiene sentido volver a la carga contra la prensa y no contra el club ni los que en su momento le atacaron. El de Córdoba desaprovechó una gran oportunidad, a la pregunda de Elena García, para zanjar el tema. Todo lo contrario, entró al choque como un buen central y calculó mal cometiendo, para mí, penalti. No satisfecho con culpar a la prensa de tergiversar sus palabras -algo imposible porque lo escrito, escrito queda- se adornó diciendo que “lo que vende, para vosotros, es la polémica y en todo la buscáis como el otro día que, tras ganar 3-0 de forma espectacular, solamente buscábais si Lago había tirado el penalti con egoísmo”.
Divorcio evidente
Parece mentira que, con los desagradables y penosos episodios que vivió en su día con el descenso, Raíllo no haya aprendido a manjearse en cuestiones que son sensibles para el club, afición y entorno mediático. Nadie le puede reprochar su ímpetu en el campo. Algo que, en su día, le sirvió para recibir el perdón de la grada. Debería moderar sus opiniones en público porque no ayudan a su imagen. Una cuestión que también preocupa en el club. Tras el episodio de la negativa de Molango a aceptar una oferta inferior a la cláusula, el divorcio entre ambas partes está redactado y solo faltan las firmas para ejecutarlo. El Mallorca y la isla se le han quedado pequeños a un Raíllo al que le ilusiona cambiar de aires y ojalá pueda realizarlo.
Pasar página
No me gustan sus formas porque de pasó toda la temporada del descenso menospreciándome y criticándome por contrar las verdades del peor grupo de futbolistas, dentro y fuera del campos, de los últimos veinte años. Consumado el drama, acepté sin rencor pasar página y sunar para volver a la LFP. La relación fue cordial pero está claro que, por su parte, fue hipócrita visto lo visto. No existe feeling, al menos conmigo, pero tampoco me preocupa lo más mínimo. Alguien me aconsejó en su día, cuando comenzaba en esta profesión, que mejor no entablar amistad con los futbolistas porque ellos pasarán y tú seguirás. En cuatro décadas he visto pasar a mucho y podría contrar con los dedos de las manos los que, en activo o retirados, mantengo amistad. Raíllo no está ni estará en esta lista. Sin acritud, Antonio, te deseo mucha suerte y salud para tu carrera.
Portada: Raíllo en el aeropuerto de Tenerife Norte regresando a la isla (TTdeporte).
con él ya hemos cometido dos errores,el primero quedarnos con él el año del descenso y el 2º no haberlo vendido este año,a ver si en verano por fin le vendemos,tiene menos cerebro que un mosquito
Tomeu, el corrector te la ha jugado. Revisa el artículo.