Kuss, el gregario campeón.

Representa la victoria de la generosidad. En anteriores ocasiones era el simpático Kuss el que brindaba su titánico esfuerzo, el que se vaciaba en las cumbres para facilitar el triunfo de un compañero. Excepcionalmente, su diligencia fue reconocida hasta ser considerado el mejor gregario del mundo, un oficio que es una definición de la humildad. 

En la Sierra de Teruel obtuvo un premio ideado para ser parcial. Así lo celebró el protagonista. Entró solvente en la meta. Su último pensamiento era arañar tiempo a sus rivales vencidos. Saludando al público, chocaba las manos de los aficionados que se abrían a su paso, y sonreía. Kuss siempre sonríe. Sin ser consciente, estaba cimentando el mayor éxito de su carrera. Este americano de Colorado que presume de ser muy español, casado con una catalana y devoto de la Virgen del Rocío, se ganó a la afición en el Pico del Buitre. Quedaban por delante el Tourmalet, Angliru y la Cruz de Linares… y saber qué iban a hacer sus compañeros Roglic y Vingegaard. 

La victoria del Pico del Buitre cimentó el triunfo total que defendió desde Xorret del Cati

La mística del Tournalet cuajó su condición de líder. Aquel demarraje alegre en las rampas más duras de la cumbre mítica, fue decisivo. Vingegaard cabalgaba por delante, probablemente el hombre más fuerte de esta Vuelta. El resto de adversarios se retorcían en el ascenso. Kuss hizo la crono de su vida en Valladolid, El maillot de líder cumplió el conocido dicho de las alas, y los días volaban.

Tres compañeros, rivales y amigos

Cada noche, los tres compañeros se volvían a reír en la cena. Broma aquí, anécdota allá. “Sepp, ¿y si ganas la Vuelta”, le preguntó un día Roglic. Vingegaard más silente, sonreía sin doblez. “En el Angliru lo decidimos. Pero os aviso que tengo piernas”, debió contestar Kuss. Y así fue, en el Altu asturiano, Kuss perdió ganando en el sufrimiento. Resistiendo física y psíquicamente, encumbrando con su bicicleta y su perenne sonrisa, la virtud con la que se gana la vida dando pedales. 

Ganó el esfuerzo y la generosidad recíproca. Venció el respeto a una trayectoria inmaculada, Triunfó la amistad. Se impuso el equipo. Y Guadarrama materializó e inmortalizó la imagen más humana y ejemplar del 2023. 

La imagen de la Vuelta 2023

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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