La renovación de Abdón Prats le aportará al Mallorca un plus de mallorquinismo pura a un club necesitado de referentes autóctonos siendo una imagen potente para la marca RCDM. Huérfanos en toda la planta noble del club de un referente isleño, ni la propiedad ni el CEO tienen vinculación alguna con nuestra tierra, el futbolista de Artà puede contribuir a paliar este déficit emocional.
La esperanza para Abdón en Primera es el salto de calidad que ha dado con Luis García Plaza este año.
Mallorquinidad
Al delantero le veremos en todo lo que son campañas de marketing y actuaciones sociales donde, sin duda, se desenvuelve a las mil maravillas gracias a su carácter abierto y cercano. Un chico apodado por los mallorquinistas más jóvenes como el Dimoni d’Artà le aportará también una buena dosis de mallorquinidad y de defensa de nuestra tierra. Un capítulo muy importante y que no se puede perder en esto tiempos donde los valores están desapareciendo.
Cuenta pendiente
Con este capítulo humano y social cubierto con Abdón Prats hasta el 2024, hay que valorar el aspecto puramente futbolístico. Aquí es donde a mucha gente le aparecen las dudas al plantearse la pregunta si este futbolista de 28 años puede tener sitio en una plantilla de Primera División. Los antecedentes no son los mejores. El año pasado, disputando veinte partidos en la máxima categoría, se quedó en blanco. La esperanza es el salto de calidad que ha dado con Luis García Plaza mejorando este año los seis goles, lleva ocho, que marcó con Vicente Moreno en el último ascenso. Prats aspira en las cuatro jornadas que quedan a igualar su mejor registro con el primer equipo en Segunda B (12).
