Si alguien en Mallorca ha compartido momentos con el recientemente fallecido Manolo Santana durante más años; este es, sin lugar a dudas, Alberto Tous. El extenista de 59 años y el campeón de cuatro títulos de Grand Slam en la década de los sesenta se conocieron cuando el primero era un niño que destacaba en el deporte de la raqueta. Posteriormente, Santana fue capitán de Copa Davis, siendo Tous uno de sus jugadores seleccionados, forjándose una amistad que les llevó a trabajar juntos en la organización de torneos y eliminatorias en Marbella.
Tomeu Terrasa: ¿Cuándo conoció a Santana?
Alberto Tous: Debía tener yo ocho o nueve años. Vino al antiguo Racket Son Vida y siempre estuvo ahí durante mi carrera. Fue mi capitán de Copa Davis y después siguió una amistad profunda. Le consideré siempre un buen amigo más allá de la profesión tenística por química y afinidad.
¿Cómo era ese feeling?
Siempre le llamaba “mi presidente” porque hubo conatos para presentarle a las elecciones de la Real Federación Española de Tenis. Cuando ingresó a la Caja Mágica siempre pensé que él tenía que ser el director de la instalación. En 2002 estuve codo con codo con él en el nuevo Masters 1000. Hubo muy buena química y me entristece mucho perder a alguien tan querido.
Todos le recuerdan como alguien con un gran sentido del humor.
Era un auténtico cachondo y lo digo como un piropo. Tenía un carácter muy abierto, divertido y se ponía al nivel de cualquiera porque no olvidaba de donde venía. Empezó como recogepelotas y venía de una familia humilde. Siempre le ha quedado el respeto enorme por todos los trabajadores vinculados al tenis.
Nunca se ha separado de las generaciones de jugadores que le han sucedido.
Siempre ha estado en primera línea al lado de los grandes. No conozco a ningún exjugador que no haya sido amigo de Santana. No ha tenido enemigos. Por edad, generacionalmente, estaba más cerca de mí y mis compañeros, pero siempre ha sido un guía para todos.
Santana fue mi capitán de Copa Davis y después siguió una amistad profunda por química y afinidad.
¿Con Santana se marcha un referente?
En mi época era el espejo en el que nos reflejábamos por sus éxitos. Después él siguió conectado y en primera fila. El dinero nunca fue una obsesión para él. Era una persona normal. Por encima del trabajo estaba su amistad con las personas. Fue un ejemplo en el tenis.
¿Con qué se queda de su legado?
Lo bueno es que pudimos disfrutar de una persona que marcó el camino del tenis para España. Todos los números uno lo reconocen porque él fue quien abrió la historia.
