El fútbol son resultados y es lo que queda más allá de la trascendencia del mismo y del sufrimiento. La victoria del Mallorca frente al Numancia (1-0) tiene mucho mérito porque empezó jugando sin Salva Sevilla y luego se le lesionó Aridai, autor del gol, que está en un buen estado de forma. Ganar aunque, sea pidiendo la hora, para meterte en PlayOff siempre es una buena noticia.
Esta vez los futbolistas del Mallorca supieron sufrir y ganar sin la presencia de Sevilla en la sala de máquinas.
Sin brújula
En la segunda parte se echó en falta la brújula de este equipo, dar un paso adelante y marcar el ritmo. Dani Rodríguez no hizo un mal partido pero no es el cerebro en el centro del campo. Los rojillos no sufrieron demasiado por la creación de los sorianos pero sí por su insistencia buscando centros al área y acumulando hombres de ataque cerca del área. El status de Sevilla sobre el césped y en el vestuario es determinante y quedó demostrado.
Con sacrificio
La ventaja de enfrentarte a un rival con falta de chispa, calidad e imaginación es que si tienes capacidad de sacrificio terminas llevándote los tres puntos. Si la semana pasada apunté que sin Salva Sevilla no hubo paraíso en la Romareda, esta vez si hay que admitir que los futbolistas del Mallorca supieron sufrir y ganar sin la presencia del andaluz en la sala de máquinas.
Portada: Aridai celebra su tercer tanto de la temporada (RCDM).
