Estoy agradecido por la gran repercusión que tuvo el artículo de la semana pasada sobre las celebraciones del ascenso. Mantengo que hay que celebrarlo todo en esta vida. Incluso que cada mañana nos levantamos y seguimos respirando. En esas líneas solamente intenté plasmar el debate que está a pie de calle. Me puse en la piel del mallorquinista que está harto de lo vivido estas últimas nefastas cinco temporadas. Que la penitencia de la Segunda B dure solamente un año es un éxito rotundo vistos los antecedentes de clubes históricos que les costó muchos disgustos regresar al fútbol profesional.
El mallorquinismo deberá estarle muy agradecido a Molango por garantizar su estabilidad a largo plazo con su refundación del club.
Escenario idílico
A falta de tres jornadas la primera tarea está cumplida. Moreno lo tiene todo medido al detalle como hace ya meses que vengo insistiendo cuando los más pesimistas le cuestionaron por dos bajones de resultados. Ahora llega el momento de oxigenar a una plantilla que se ha partido el alma en los campillos de Segunda B para campeonar el Grupo III. El técnico valenciano hará las rotaciones que crea conveniente y limpiará de tarjetas para evitar posibles sanciones. Brillante una vez más el elegido por Molango nada más consumarse el descenso.
Rectificar es de sabios
Hablando del consejero delegado, en esta vida está llena de oportunistas que viven agazapados esperando que se la pegue. Molango es de aquellos que aplica la máxima de “si te caes dos veces, levántate tres”. Él y su equipo han llevado a cabo una gran labor para regresar al fútbol profesional además de haber refundado el club. De no haberlo hecho, el año que viene en Segunda se cometerían los mismos errores. Su triunfo será completo y redondo. El mallorquinismo deberá estarle muy agradecido por garantizar su estabilidad a largo plazo. Cierto es que se equivocó en junio de 2016 cuando, teniendo la oportunidad, no lo hizo antes. Se perdió otra temporada entera y la penitencia se ha pagado con creces.
Portada: Molango y Recio departían en la grada del Nou Camp d’Inca en pretemporada (TTdeporte.com).