El Mallorca tiene una tendencia muy decadente y que genera dudas en este final de temporada. El equipo llega al PlayOff en las peores condiciones de la temporada. Se deben buscar soluciones futbolísticas desde el margen que tiene para ser campeón. Ahora le llega cualquier rival, que normalmente le tiene bien estudiado, siendo capaz de hacerle daño. Ya sea tocando el balón o defendiendo bien atrás.
Hace falta ganar de nuevo un partido y hacerlo con solvencia para demostrar quien manda y quien es el líder.
Falta frescura
Hay un aspecto mental y de dinámica. Cuando salen los resultados, todo va rodado. Al equipo le falta frescura mental para aportar velocidad a la pelota y al juego para poder elaborar jugadas. Solo hace falta ver como llegan los goles del equipo. Los jugadores llegan un segundo tarde a todas las jugadas. Lo vimos en el penalti de Sastre o en algunas de las ocasiones no definidas. Es un problema colectivo más allá del componente físico que pueda tener cada futbolista.
Metidos de inicio
Hay margen para arreglar este problema y hay que hacerlo ya. Ello pasa por ganar de nuevo un partido y hacerlo con solvencia para demostrar quien manda y quien es el líder del Grupo III. Existe una falta de autoridad para salir metido desde el inicio. Es un enfoque erróneo el hecho de dejarse llevar por inercia esperando a que lleguen los partidos importantes. Lo único positivo de esta situación es que solamente se puede ir a más de aquí al final. No creo que peligre la primera plaza pero hay que reafirmarlo sobre el campo.