“Querer y no poder” es el refrán que define a la perfección la situación actual del Mallorca. Es indudable que los jugadores se entregan, pero dan para más. También así Vicente Moreno intentando acertar con fórmulas nuevas en sus esquemas a fuerza de contradecir su palabra en cuanto a sistema. El técnico cambia el dibujo, sustituye a futbolistas antes intocables y deja a otros en el banquillo.
Llega el momento de la verdad y ahora todos los focos apuntarán a los responsables de los fichajes.
Así pues queda claro que los protagonistas lo intentan por más que lo visto en Granada es una imagen altamente preocupante y de pura impotencia. El dominio territorial y de balón que tuvieron los mallorquinistas en el segundo tiempo no incomodaron para nada a los andaluces. En muchos momentos, los locales no sintieron ni cosquillas.
Sin margen
Dicho esto, me gustaría hacer memoria de lo que escribimos a finales de octubre. Entonces hablaba de dos factores clave. Por un lado, tratar de cerrar la primera vuelta con veinte puntos para dar vitalidad al equipo de cara a la segunda mitad de campeonato. La segunda era acertar de lleno en el mercado de invierno. Es evidente que la primera premisa no se ha cumplido y se ha quedado el listón en quince puntos. Ahora viene tratar de confirmar la segunda con los fichajes.
Acierto en enero
Ahora toca ver si este “querer y no poder” se traslada también a la planta noble con Maheta Molango y Javier Recio como encargados de traer refuerzos. Ya no bastará acertar relativamente como el pasado mes de enero acertando con Budimir, las esporádicas pinceladas de Suárez y la decepción de Stoijilkovic. Ahora toca dar en el blanco con futbolistas de rendimiento inmediato porque el equipo no puede tomarse el lujo de esperar cuatro semanas para poner en forma a un fichaje. Llega el momento de la verdad y ahora todos los focos apuntarán a los responsables de los fichajes. De su acierto dependerá la permanencia.
Portada: Cucho Hernández se lamenta tras fallar una ocasión en Granada (Antonio L. Juárez).