La famosa nueva normalidad para los medios que seguimos el día a día y los partidos del Mallorca ha provocado un giro de 180 grados en nuestros hábitos y timing de trabajo. Durante décadas era una costumbre llegar al estadio más de dos horas antes del inicio del encuentro. Cuando narraba los partidos por la radio para poder montar el equipo de transmisión y hacer un briefing con el equipo mientras comíamos, si el partido era pronto por la tarde, o cenábamos. Esta circunstancia permitía tener cierto margen de maniobra si la conexión fallaba además de servir para concentrarnos para una tarde o noche de mucha tensión de trabajo. Ahora, con el nuevo protocolo, se nos permite el acceso solamente 45 minutos antes del inicio del encuentro -cada grupo de medios según éramos de televisión, radios, gráficos o prensa escrita- y por un acceso distinto al de la puerta de acreditaciones en el párking de Son Moix.
Mascarilla y guantes
Ante el Barça, nos tocó entrar por la puerta de la tienda oficial coincidiendo con algo más de un centenar de aficionados mallorquinistas y culés que desafiaron el miedo a la pandemia, a pesar de la fuerte presencia de seguridad, para esperar la llegada de los equipos. Para recibir la acreditación tuvimos que cumplir estrictos requisitos como llevar en mano el documento que indica que somos aptos para acceder al recinto, nos tomaron la temperatura antes de entrar portando mascarilla y guantes previamente lavados con hidrogel que la organización de LaLiga nos ha hecho entrega. También todo nuestro material de trabajo se desinfectó minuciosamente. Durante toda nuestra estancia en Son Moix se nos identificó con un peto acreditativo -con un número seriado- como siempre han llevado los medios gráficos como fotógrafos y operadores de cámara. Un responsable del club nos ha acompañó a nuestro lugar de trabajo el cual no teníamos permitido abandonar sin la compañía o autorización de un miembro de la seguridad privada del estadio bajo pena de pérdida de la credencial hasta el final de temporada.
Desangelado
Una vez sentado en la posición de los medios escritos en los pupitres de prnesa, una de las condiciones es la de no poder compartir con ningún compañero nuestro material de trabajo. También hemos tenido que trabajar durante todo el encuentro con la mascarilla y los guantes puestos además de mantener la distancia de seguridad con compañeros y cualquier otra persona dentro del recinto. Una vez finalizado el partido, se nos permite permanecer dentro de Son Moix durante un máximo de diez minutos abandonando la instalación por la misma puerta de acceso de la tienda oficial del Mallorca. Esta circunstancia obliga a muchos de los compañeros a terminar nuestras transmisiones o crónicas escritas a pie de calle o dentro de nuestro vehículos. Mi sensación es que este nuevo fútbol es triste, desangelado y frío.