El RCD Mallorca está fuera de la Copa del Rey y con muchas papeletas de perder la Primera División. No hay plantilla para competir y la demostración ha sido el pobre desfile por esta competición que el club ganó en Elche en su día. Se puede quedar elininado pero en ningún caso mostrando un nivel tan pobre de sus futbolistas como en la edición de esta temporada. Vicente Moreno, como la mayoría de entrenadores, utiliza a los suplentes o desaparecidos en las convocatoria ligueras para que se puedan reivindicar. Algo que, ni uno solo de los futbolistas rojillos, ha podido hacer.
No hay plantilla para competir y la demostración ha sido el pobre desfile por la Copa del Rey.
Carencias
La limitada calidad en la mayoría, además de la falta de actitud de otros, han llenado de razón a Moreno al no contrar con ellos para la liga. La llamada segunda unidad del Mallorca no tiene sitio en Primera. Es una pena que esta circunstancia haya tenido que demostrarla el entrenador colocándoles sobre el césped y no atendiendo sus opiniones ni valoraciones que se conocieron en pretemporada. Han tenido que pasar tres eliminatorias para dejar al descubierto las carencias y la falta de integración de la mitad de jugadores del plantel.
Balance negativo
Se sufrió ante El Álamo y el Zamora de Tercera hasta el último minuto y luego, frente al primer rival de Segunda, se hizo el ridículo. Se acabó la Copa y terminó el debate sobre el nivel de las incorporaciones. La mayoría no son aptos. Solamente Take Kubo, quizás Febas también, podrían recibir un aprobado. El balance es muy negativo para quien les fichó en verano. A estas alturas ya no le deben quedar argumentos para defender su tésis de por qué les han traído. ¿Alguien puede pensar que con los que golearon al Valencia es suficiente para pelear por la permanencia? Que, con los de siempre entonados y al límite de sus posibilidades, podía ser suficiente.
Mala planificación
El propio Moreno sabe que el porcentaje de éxito es bajo con este escenario. Recio y Molango apostaron por unos jugadores convencidos de que su estrategia era buena ante un mecados de futbolistas de reconocida trayectoria al que el club y su tope salarial les impedía llegar. La operación verano 2019 ha sido, en líneas generales, un fracaso. Tampoco es ahora cuestión de tirárselo cada semana en cara. Seguro que los primeros en haberse dado cuenta son ellos. Otra cosa es que quieran o deban reconocerlo en público.
Portada: Rahman, Alegría y Pozo se lamentan tras la eliminación en La Romareda (RCDM).
