El resultado fue justo en Paterna (2-1). El Mallorca perdió el partido en la primera parte dando muchas facilidades y concediendo ocasiones al Valencia Mestalla atrás. No se puede seguir así si se quiere ser un líder sólido y afrontar una fase de ascenso con garantías. Los arreones del final no fueron suficientes más que para reducir distancias en una acción a balón parado de Salva Sevilla.
No se puede seguir así si se quiere ser un líder sólido y afrontar una fase de ascenso con garantías.
A remolque
Joan Sastre provocó un penal inocente y evitable ante un rival que le había ganado la posición al ir a remata un centro al área. El partido cambiaba totalmente porque al Mallorca le tocaba de nuevo ir a remolque en el marcador. Los visitantes encajaron el segundo cuando mejor estaban jugando en las últimas jornadas. A pesar de que el fútbol no son sensaciones, el equipo me estaba gustando. Pero la efectividad la puso el filial che. Un marcador de dos a cero siempre es complicado y le ponía las cosas muy cuesta arriba al líder.
Sin claridad
A pesar de la mejora sustancial, no le bastaba al Mallorca. Aridai y Damià no estaban apareciendo y fueron sustituidos en el descanso. Moreno volvió a apostar por dos puntas con la entrada de Abdón. El Mestalla estaba aguantando atrás pero cómodo porque los rojillos no disparaban a puerta. La reacción de los de Moreno no llegaba. Se echaba de menos el trabajo de Pedraza en el centro del campo, faltaban vigilancias y contención a las contras de los locales. Sevilla recortó distancias de falta directa y el partido se descontroló. Se produjeron idas y venidas en cada área pero con falta de claridad de ideas.
Portada: Sevilla dio vida al Mallorca acortando distancias de falta directa (RCDM).
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