La primera reflexión en frío que hago tras el encuentro del sábado es que el Mallorca no salió del Camp Nou peor de lo que estaba cuando llegó. Esto es lo más importante de todo que quiero subrayar. El Barcelona hizo los mejores primeros cuarenta y cinco minutos de los últimos tiempos. Los de Ernesto Valverde fueron un temporal que azotó a unos mallorquinistas que trataron de aguantar el tipo hasta el final. Hay otros detalles que hacen pensar que hay luz al final del túnel.
El Mallorca no está peor ahora que antes de llegar al Camp Nou ni tampoco tras acabar la jornada.
Brotes verdes
El primero que me viene a la mente es que Vicente Moreno ya cuenta con el primer fichaje de invierno. Cucho Hernández aventaja al resto de rivales con dos o tres semanas de trabajo y ritmo hasta que se abra el mercado. El Mallorca anotó dos goles que suman en la cuenta de su delantero centro titular. Este es otro apunte que da que pensar que Ante Budimir hizo algo que pocos han logrado hasta la fecha en ese imponente escenario. Otra pincelada a destacar que el mejor sobre el terreno de juego, con mucha diferencia, fue Take Kubo. Su crecimiento, destapándose como la gran revelación del curso, es espectacular y esperemos que no se quede estancado en la segunda vuelta. El japonés fue el jugador que más aportó en estos momentos y que ofrece algo distinto al resto en este Mallorca.
Tramo deciviso
Así pues, la reflexión final es que los rojillos tampoco salieron perjudicados de esta jornada a tenor de los resultados. Hay tres equipos que están en una profunda crisis de juego y resultados. Alavés, Eibar y Celta tienen muchos motivos para estar preocupados y los de Moreno pueden pensar que estos son rivales asequibles. Poder dejar atrás a estos rivales dependerá de lo que suceda en Balaídos y en los otros dos partidos que faltan para cerrar la primera vuelta y en los que se jugará buena parte de sus opciones de permanencia.
Portada: Budimir celebra el primero de los dos tantos que marcó en el Camp Nou (LaLiga).