La segunda derrota del curso ha conllevado muchas y duras críticas al Mallorca. Un mal partido de 26 disputados ya lo firmarían muchos equipos incluso de los grandes. El día tonto tenía que llegar y lo hizo en Cornellà. Fue incluso mucho peor que el primer tropiezo en Santa Eulàlia. En el último partido sobre superfície de plástico, quedó claro que algunos futbolista de la segunda unidad no tienen el mínimo exigible para suplir a los titulares. Las bajas están haciendo daño al líder de la categoría. Hay que llegar al final del campeonato con el once de confianza. De no ser así se sufrirá mucho más de lo esperado. Salva Sevilla, Álex López, Joan Sastre o Lago Junior están varios escalones por encima de cualquier posible sustituto. Hoy en día son futbolistas franquicia y más en una plantilla de Segunda B con este presupuesto.
A falta de once jornadas hay que evitar ponerse apocalípticos ante el futuro que se le avecina al Mallorca.
Recuperar efectivos
El Mallorca dispone de una importante ventaja de nueve puntos sobre el Villarreal B. Dicha renta, si se puede y se sabe administrar, debe evitar entrar en pánico. La serenidad será clave parasuperar una semana donde se hablará mucho de la segunda derrota, el fútbol que ofrece el equipo y las dudas sobre la capacidad goleadora o un cambio de sistema. A falta de once jornadas hay que evitar ponerse apocalípticos ante el futuro que se le avecina al futuro campeón del Grupo III. A pesar de tener un calendario muy difícil como visitante -si se mira desde la perspectiva que últimamente despliega el equipo- hay que ser optimistas si se logra rearmar el once tipo y recuperar el poderoso equipo de la primera vuelta. Esta debe ser la prioridad para el entrenador si quiere terminar sin agobios en cabeza de la liga. Incluso sin jugar bien pero manteniendo la supremacía como local puede ser suficiente para cerrar el primer objetivo. El segundo pasa por una eliminatoria a doble partido.
Serio Molango
Llega la hora de tirar de serenidad. Algo complidado cuando, aunque sea por detalles como señala el míster, al equipo le cuesta ganar con solvencia. Será interesante ver como se manejará esta recta final del campeonato desde la planta noble. Tiene también un papel important que jugar. Molango se ha marchado de Cornellà muy serio. Esta vez no le acompañó Javier Recio y, tras saludar a Joan Oriol en la zona de vestuarios, desapareció del Municipal. El consejero delegado se ha propuesto aparecer lo menos posible en público para no desviar la atención. Quizás ha llegado la hora de descargar a plantilla y cuerpo técnico de tener encima el foco mediático. A entrenadores como Seligrat o los ya cesados de Elche y Hércules les gustaría estar en el lugar de Moreno.
Portada: Moreno y Seligrat conversando en el aeropuerto de Barcelona (TTdeporte.com).