Steve Nash no es ni será algún día mallorquinista. La exestrella de la NBA dejó claro que, por si a alguien le quedaba alguna duda, sus colores son el azul y el blanco del Tottenham Hotspur. Todo ha sido una farsa y una puesta en escena de márketing al más puro estilo americano patrocinado por su jefe Robert Sarver. Nos han vendido que el exjugador de los Phoenix Suns era un propietario e inversor que se juega sus dólares en el proyecto de Arizona. Algunos se lo creyeron, pero nada más lejos de la realidad. El baloncestista no tuvo ningún reparo en ponerse a gritar, saltar y llorar como un niño embargado por la emoción del momento con el tanto de Lucas Moura en el minuto 95 frent al Ajax que metía a su equipo del alma en la final de la Champions League.
Nos han vendido que Nash se juega sus dólares en el Mallorca. Algunos se lo creyeron.
Márketing
Quien está a su lado es el otro accionista Stu Holden. El exfutbolista con la doble nacionalidad americana y escocesa trata de consolar las lágrimas de Nash sin esconder tampoco su eforia. Mediático, exquisito en el trato con todos y muy comercial, sabe vender el producto que toca en cada momento y escenario como pasa en cada ocasión que ha aparecido por la isla. En una de sus últimas visitas aprovechó para grabar un spot y reportaje para una televisión asiática en Son Moix sobre el tenis-fútbol de mesa con la participación de futbolistas del primer equipo. Nash, con el patrocinio de Sarver, aparece muy de vez en cuando, casi por obligación, para ver jugar a su Mallorca. Pero prefiere los palcos de Primera o la Premier antes que la humilde Liga123.
.@SteveNash was in tears at full-time of Tottenham’s win pic.twitter.com/ifEZEbinYR
— Bleacher Report (@BleacherReport) May 8, 2019
Fuera de lugar
Después de verle enloquecer en los estudios de la FOX en los que comentaba la semifinal del club de sus amores, tiré de archivo y busqué el final del partido de Anduva. El Mallorca consiguió el ascenso y, el mismo que perdía los papaeles por los Spurs el miércoles, en ningún momento fue capaz de exteriorizar su alegría por el que dice que es su equipo. Solamente el efusivo abrazo de Maheta Molango le hace reaccionar nada más pitar el árbitro. En las imágenes se aprecia un Nash muy cohibido e incluso avergonzado, desbordado por la situación de emoción que se vivió en el césped y la grada rojilla. El base canadiense, que jugó 19 temporadas en la mejor liga del mundo, se metió al mallorquinismo en el bolsillo cuando escogió la isla para perdirle matrimonio a Lilla Frederick, exjugadora de voleibol. Fotos con el anillo en la Serra de Tramuntana con todo perfectamente planificado, como les gusta a las celebridades y a la prensa rosa.
Sin sentimientos
Pero, de la misma manera que entró Nash por la puerta grande, ahora puede ir haciendo las maletas para salir por la de atrás. Su romance con el mallorquinismo es una farsa. No hay sentimiento, que es lo mínimo que debe tener el seguidor de un club. Tampoco creo que Sarver ni Kohlberg tengan hacia el club nada más que un lícito interés financiero pero hay que agradecerles su discreción y saber estar. Nash ha quedado desacreditado. Nada de lo que ha dicho puede tomarse ya en serio. Debemos agradecerle al banquero de Arizona que haya utilizado la imagen de su estrella para proyectar el nombre del Mallorca. Pero debemos recordarle, una vez más, que en el viejo continente los clubes, antes que empresas, son un sentimiento que se lleva muy adentro. Nash es un playmaker del Mallorca y de su jefe. Basta de farsas yankees.
Portada: Nash rompe a llorar en los estudios de FOX tras el gol de Moura (B/R).
Claro, no como Nadal que celebra los goles contra el Mallorca en el Bernabeu que es mallorquinista de verdad
¡Vaya chorrada de artículo! A escupir al cielo se ha dicho, a ver si nos cae en un ojo
Why don’t you just fall under a bus or something large,you are what is wrong with this club,mallorcians ruined this club,Grande Ferrer,ect unless a Spaniard is in charge of this club you don’t want to know,ARSEHOLE