Por fin se acabó oficialmente la temporada para el RCD Mallorca con la ridícula final por el título de campeón de Segunda B. Mejor pasar página de estas dos semanas después del ascenso que solamente han servido para generar incertidumbre y críticas por como se han hecho las cosas. Comenzando por las desorganizadas celebraciones en Palma debido a la ansiedad de los políticos para hacerse la foto. El pobre pasacalles con el bus para acabar con el incidente de Abdón Prats. Eso por lo que a la parte folklórica se refiere. Peor ha sido la puesta en escena apocalíptica que, según el entrenador Vicente Moreno y el consejero delegado Maheta Molango, les espera a los mallorqinistas la próxima temporada en Segunda.
Mal acabamos si el máximo responsable del equipo prefiere aparecer solamente en los canales oficiales del club.
Incertidumbre
Desde que pitó el árbitro el final en Anduva me he desconectado del día a día del equipo para estar cien por cien metido en Roland Garros y el minuto a minuto de Nadal. No he mantenido ningún contacto con el club ni he preguntado por los motivos de algunas cuestiones que durante estas dos semanas han rodeado la poca actualidad que ha generado la institución. Esta desconexión me coloca a la hora de opinar como un seguidor o abonado y la sensación que tengo no puede ser más desalentadora. No entiendo nada de lo que está pasando con Moreno. Lo último que me ha dejado muy descolocado fue el hecho de no aparecer el viernes en rueda de prensa previa al último partido de esta temporada. Mal acabamos si el máximo responsable del equipo prefiere aparecer solamente en los calaes oficiales del club. Si llevamos criticando a los propietarios por este motivo desde hace meses, lo del técnico no es menos grave.
Mensaje derrotista
Lo mejor que ha podido pasar es que ahora se haga borrón y cuenta nueva como mínimo para mí. El míster tendrá sus motios para actuar de esta manera así como el club con su silencio. No seré yo quien critique esta estrategia, pero me sorprende. Ha sido una temporada muy difícil para todos pero lo más importante se ha conseguido. Hoy hay que pensar en positivo pero desde el club no parece que sea esta su intención. Personalmente estoy muy ilusionado y con ganas de regresar al fútbol profesional como lo está el mallorquinismo. Me fastidian las dudas que ya se generan sobre el equipo que se construirá. Era innecesario, a dos meses de empezar la liga, transmitir este mensaje derrotista, alarmista y de club con perfil bajo. El RCD Mallorca, juegue donde juegue, nunca será un club pobre. Como mínimo en espíritu. Pero esto solamente lo sabemos los veteranos con carácter y memoria histórica. El dinero no lo es todo en el fútbol.
Portada: Vicente Moreno en la puerta del vestuario visitante de Son Malferit (Fútbol Balear).
Igual debería pasar usted el corrector antes de las publicaciones.