El domingo se cumplieron muchos de los aspectos que analizamos en el scouting del Mirandés. Para mí el hombre del encuentro fue Vicente Moreno porque supo leerlo desde el primer minuto, gestionando los cambios y el tempo. Desde el primer gol, el tanto de córner cuando dijimos que son un equipo mal organizado a balón parado, la tercera diana demostró lo que les cuesta defender los centros al segundo palo con su lateral Paris y donde te hacen daño ellos en la jugada por banda donde acortan diferencias.
El juego de un equipo es el reflejo de su entrenador y a Moreno se le nota metidísimo.
Igualar intensidad
El gol encajado es uno de esos factores que no se puede controlar, pero le ganó la partida a Pablo Alfaro. El Mirandés se agarró a ese gol que les da vida, porque estaban muertos, pero quedan noventa minutos más. Eché en falta el domingo la agresividad característica del Mirandés. Empezando por los centrales ni los pivotes. Álex López ganó muchos duelos a los centrales que no pudieron apretar ni robar. Hubo pocas jugadas en las que ellos pudieron hacer contragolpe y creo que la intensidad aumentará en Anduva. Sobre todo si el colegiado es permisivo con el contacto. El Mallorca deberá igualar la intensidad de los locales. Si pasan los minutos y no marcan, deberán empezar a buscar salir con el balón jugado y eso es lo que más les cuesta. Los rojillos deben salir con la idea de ganar el partido como dijo el míster tras el encuentro.
Seguridad y complicidad
Lo que está claro es que, en el momento en que salieron las bolas en el sorteo, ya se empezó a disputar la eliminatoria. No se cerrará hasta que pite el árbitro el final el domingo. Es por eso que Moreno decidió concentrar al equipo desde el jueves, ahora quiere acortar el viaje y él va viendo que puede ser innecesario estar tanto tiempo fuera. La sensación que me dio el míster es de control total y confianza a la hora de tomar decisiones. Transmite seguridad y complicidad con el futbolista. Lo vimos cuando abrazó a Lago Junior en su gol. El juego de un equipo es el reflejo de su entrenador y el del Mallorca está metidísimo.
Portada: Moreno y Alfaro abrazándose en la previa del encuentro en Son Moix (LaLiga).