Maheta Molango ha desaparecido de la escena pública. No le vemos ni en los eventos que organizan los patrocinadores del club como sucedió esta semana con la presentación de dos nuevas marcas de bebida. Desde que arrancó el curso 2017/18 al consejero delegado solo se le ha visto en la presentación de Salva Sevilla y el día del estreno del tercer tiempo. En este último caso había prensa nacional. Su última aparición mediática fue en Radio MARCA Baleares en la semana previa al derbi.
Molango tiene la conciencia muy tranquila de como está regerenerando el club con gente implicada y trabajadora.
Golpe de timón
El CEO ha cambiado de estrategia de comunicación siguiendo los consejos del Director de Comunicación Albert Salas. Un profesional que, sin duda, ha puesto orden en la vida mediática de Molango. Se ha pasado del todo a la nada. De estar en todos los eventos, por insignificantes que fuesen destacándolos con su presencia y declaraciones, a solamente poder verle el día de partido. No hace ningún tipo de valoraciones después de los partidos, no presenta a los nuevos fichajes ni publicita sus reuniones institucionales. Solo el club distribuye fotos de Molango en el antepalco con algún invitado a los partidos.
Trato directo
Esta desaparición no debe interpretarse como que ahora se trabaja menos. Al contrario. Según fuentes del club, el suizo está más metido que nunca en el día a día y la exigencia que ejerce al resto de empleados es máxima. Molango ha cambiado la puesta en escena de agasajar públicamente a sus patrocinadores en actos y eventos, por una relación más directa y personal buscando la complicidad en esta época en la cual convencer a patrocinadores y colaboradores no ha sido nada fácil. Los fastos se han cambiado por visitas personales del consejero delegado para cerrar o renovar compromisos. Nada que ver con su primera etapa al frente del club.
Refundación
También hay que tener en cuenta que lleva encerrado en su despacho de Son Moix refundando el club cuando antes pasaba más tiempo en Son Bibiloni muy pendiente del primer equipo. Esta misión de “limpiar” de personas tóxicas, acomodadas y poco profesionales le ha llevado mucho tiempo. Hoy todavía no ha terminado. Quedan elementos “nocivos” tanto en las oficinas del estadio como en las de la ciudad deportiva. En estos casos se ha optado por mantenerles alejados del vestuario del equipo de Segunda B, fútbol formativo o las áreas de gestión comercial y administrativa. Hoy Maheta Molango tiene la conciencia muy tranquila de como está regerenerando el club con gente implicada, trabajadora y, lo más importante, no quiere traidores ni conspiradores. Algo de lo que el RCD Mallorca estaba lleno hasta hace dos días.
colombás y resto de enchufados fuera ya
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