Su cara no reflejaba el cansancio, sin embargo, la procesión iba por dentro. El CEO del RCD Mallorca, Maheta Molango, se paseaba por los pasillos del aeropuerto “agotado”, pero con una sonrisa de oreja a oreja y la satisfacción del deber cumplido: “Puede parecer fácil, pero el RCD Mallorca ha tenido que superar una situación muy compleja, y es en los momentos difíciles cuando sientes el apoyo de la gente. Y yo siento especial gratitud hacia los dueños y hacia mi familia. Los primeros demostraron una gran personalidad confiando en mí en un momento difícil. Es ahí cuando se ve a las personas”.
Los que no tenían ni idea ahora son los mismos que han revertido esta situación.
Comprometidos
Molango considera que los actuales propietarios “son gente de palabra, gente con valores y paciencia, conscientes de que las cosas necesitan tiempo para cambiar. Así lo entendieron”. En el otro lado, se encuentran los que ahora se suben al carro: “Es precisamente en esos momentos cuando descubres quién es quién. A muchos se les ha visto el plumero… ellos han tenido más ganas de destruir que de aportar cosas positivas. Se les vio en el descenso y también esta temporada volvieron a enseñar la patita, cuando tuvimos un bajón. Pero nosotros hicimos un ejercicio de autocrítica, buscamos construir y espero que los que fueron destructivos ahora tengan la valentía de reconocer que esas personas que no teníamos ni idea de nada, han sido las mismas que han dado la vuelta a la situación”.
El Mallorca era un club con muchos vicios adquiridos, un enfermo que parecía sano pero se estaba muriendo.
Errores
“¡Que levante la mano el que no comete errores!” insistió Molango que añadió que “hemos aprendido mucho y quizá necesitábamos un golpe para renacer“. En opinión del consejero delegado “no hay que dedicar más tiempo a las cosas negativas” y ahora es momento de dedicarse a pensar en el presente y en el futuro: “Es momento de hablar de todo lo conseguido esta temporada y también del futuro. Tenemos muy claro el objetivo y contamos con cierta ventaja con respecto a otros rivales para planificar la próxima temporada, porque ya sabemos que jugaremos en Segunda A”.
La afición dio una lección, una vez más.
Molango no concede mucho valor al hecho de haber ascendido en el mismo escenario del descenso, hace hoy 358 días: “El destino es caprichoso, pero en realidad me daba igual el lugar… lo importante era ascender”. Molango se acordó de los propietarios, de su familia y, por supuesto, de la afición que “volvió a dar una lección a mucha gente”, algo muy importante porque “todo esto a los jugadores les llega”.
Si no fuera por los dueños habríamos desaparecido.
En el plano económico insistió en que “si no fuera por los dueños habríamos desaparecido” y tildó a la categoría de bronce como “ruinosa” ya que “no se generan casi ingresos y todo son gastos”.
Ahora vamos a jugar en Primera B.
El ejecutivo suizo piensa que ahora hay que afrontar la próxima temporada “con humildad” y recuerda que es un año “para disfrutar en una categoría que más que la Segunda División, es una Primera B, con grandísimos equipos”. También confirmó la continuidad de Vicente Moreno y opinó que ahora “valoraremos más” jugar en la categoría de plata.
Yo fui uno de los que criticriticó aunque no entre en el plano personal.Ahora estoy muy feliz y agradecido ,pero recordar que sólo estamos donde nunca teníamos que haber faltado. Ánimo para la próxima temporada.