El Mirandés suele realizar un juego muy sencillo y con el denominador común de la intensidad. Habitualmente salen con un sistema 1-4-2-3-1 clásico con alguna variante. En ataque es un equipo que le gusta jugar desde atrás saliendo con sus centrales y laterales aportando amplitud. Los dos medios centros dan ayudas permanentes al poseedor del balón y el media punta se sitúa a las espaldas de los medios centros del contrario. Los hombres de banda buscan pasillos interiores y el punta, como referencia, se sitúa a veces a la altura del balón y otras veces buscando al central más alejado.
Si el Mallorca consigue hacerles llegar balones a Lago Junior y Aridai, pueden sufrir mucho.
Cuando salen jugando siempre intentan hacerlo por banda, ya sea saltando líneas con un pase o con cambios de orientación. Como alternativa, en caso que el contrario les presione, buscan a Cervero el largo desde los centrales, laterales o incluso desde saque o lanzamiento de meta del portero. En ese tipo de jugadas su nueve siempre busca peinar el balón para las llegadas de sus veloces extremos. En caso de perder el balón aéreo, sus mediocentros Rúper, Eneko o Romero también son fuertes en las segundas jugadas ganando el balón o el duelo correspondiente. A partir de ahí juegan de nuevo hacíi las bandas para generar peligro.
Peligro por banda
El Mirandés es un equipo al que le cuesta generar juego desde atrás por la salida de balón de sus centrales. Este factor les ha costado recibir seis goles por pérdidas en la salida con pelota desde atrás. Todo su potencial en ataque se genera por las bandas. El equipo ha metido 18 goles de jugadas por banda o centros (11 por la izquierda y 7 por la derecha). Ígor, Yanis y Borja, unidos a las incorporaciones de los laterales, son un problema constante para sus rivales. En defensa son un equipo que se siente muy cómodo cuando el contrario quiere jugar desde atrás. Tapan muy bien los pases interiores obligándoles a jugar en banda y ahi hacer una presión alta para forzar al oponente a jugar en largo o perder el balón.
Laterales débiles
Si el rival mete balones interiores, los centrocampistas y defensas son muy intensos y ganan muchos duelos. Ello les permite recuperar el balón para salir al contragolpe y es ahí donde son muy peligrosos ya que tienen jugadores muy rápidos y verticales sobre todo en banda. Si el contrario les juega directo, tienen centrales con un gran juego aéreo como Melli, Puerto y Prieto que le permiten ganar los duelos sin sufrir. Donde si les cuesta, y mucho, es en sus bandas. Ambos laterales derecho son sus puntos débiles defensivamente. Si el Mallorca consigue hacerles llegar balones a Lago Junior y Aridai, pueden sufrir mucho. También en cualquier centro desde la derecha, si Lago llega al segundo palo, será muy difícil de defender por parte de Paris, lateral derecho del Mirandés.
Balón parado
En las jugadas a balón parado en ataque el Mirandés ha marcado 5 goles de córner -muchos de ellos en segundas y terceras jugadas con los Centrales y Cervero-, 4 de falta lateral donde, si juega Romero, hay que tener cuidado porque es un gran lanzador (dos tantos de falta directa) más los 7 de penalti metidos por Cervero. Ha lanzado cinco a la izquierda del portero y dos a la derecha. En las jugadas a balón parado en defensa el Mirandes sufre mucho. De hecho ha recibido 6 goles a balón parado: 5 de córner y 1 de falta lateral. Pero la realidad es que los números no son malos para una temporada entera. Se les ve un equipo al que se le puede hacer mucho daño en ese tipo de jugadas porque no son muy organizados. Sobre todo en los rechaces de los saques de esquina y faltas laterales además de cualquier córner que se les saca en corto. También debe tener mucho cuidado el Mallorca con sus contraataques cuando el Mirandes defienda acciones a balón parado defensivas.
Portada: Diego Cervero celebrando un tanto ante el Racing de Santander (El Correo).