Carles Gonyalons convocó a empleados públicos de su departamento para preparar el programa electoral de su partido político MÉS en horario laboral. Algunos de ellos lo difundieron y la consellera Tur lo suspendió, según informa Diario de Mallorca. El director general convocó sin pudor a los 43 técnicos de la fundació l’Esport Balear, exdeportistas y exentrenadores, que esta legislatura se han incorporado como trabajadores públicos del Govern. La convocatoria se realizó vía Whatsapp por mensaje de voz mediante alguien afín al jefe. “Le gustaría hablar con nosotros de cara a las elecciones para explicarnos su idea y que le digamos lo que queremos en caso de que ganen las elecciones y vuelvan a llevar los deportes”. Según Diario de Mallorca, la consellera entró en cólera y, finalmente, la reunión no se llevó a cabo. Hace mucho tiempo que, con más o menos ironía, vengo contando como funciona y se mueve el director general de deportes.
Miralles ha logrado borrar a Gonyalons en gestión del deporte insular, trabajo, iniciativas y contactos.
Comisario político
Es un auténtico comisario político. Su obsesión por el control y su afán de figurar le han llegado a convertir en el político más fotografiado del Govern hasta que alguien de la cúpula le paró los pies. A Gonyalons hay que reconocerle su capacidad de llegar a tener a todos los clubes en su contra. Pero una vez más alguien le aconsejó -o mejor dicho le ordenó- que aflojara en su actitud y que debía alinearse con ellos. El comisario cambió su postura y, de la noche a la mañana, comenzó a repartir dinero público a los disidentes logrando frenar las protestas a su gestión. Guillem Boscana, que siempre fue el más crítico de todos y abanderado de una cruzada contra Gonyalons, pasó a enaltecer su gestión en público en prensa, radios y televisión.
Pegado a la silla
Al director general le salió un grano muy incómodo, llamado Consell de Mallorca. Su vicepresidente Xisco Miralles tiene más tablas, mejor puesta en escena y un gran equipo de colaboradores. Sin apenas dinero para invertir le ha goleado en la gestión del deporte insular, trabajo, iniciativas y contactos. Miralles ha logrado borrar a Gonyalons, quien ha tenido que tirar de subvenciones públicas para silenciar las críticas que ha recibido durante tres años y medio. Ahora, a falta de seis meses para los comicios, no todo vale. Está claro que le ha gustado el despacho del Palma Arena, ahora Velòdrom Illes Balears, al director general. El comisario político quiere seguir en el cargo la próxima legislatura.