La situación actual del Bahía San Agustín me recuerda a la escena de la película Los Hermanos Marx en el Oeste, en la que Groucho pronuncia, al menos en la versión doblada al castellano, la famosa frase: “¡Más madera es la guerra!”. En los últimos dos meses las salidas y entradas de jugadores han sido constantes. La mayoría de las bajas han sido de jugadores del mismo ‘representante’. Hasta hace poco tiempo, este ‘representante’ era el máximo gurú de los designios deportivos del equipo. El cual, con las declaraciones del señor Laso a IB3, quedó claro que había caído en desgracia.
Boscana y Laso no han sido capaces de reaccionar a tiempo y dar un golpe de timón. Tal vez no han podido.
Malas decisiones
Es por ello que me imagino que está recogiendo sus bártulos y desmontando el chiringuito que tenia en el Palma. Ya dije en su momento que lo de dejar en manos de un representante el equipo era una decisión que, al final, sería errónea. El tiempo y los resultados me han dado la razón. Entiendo que, como las ratas que abandonan un barco, este señor saca a sus jugadores de un equipo que tiene más pinta de descendido que de otra cosa. Aunque es justo decir que en los últimos partidos, con la victoria incluída ante el todopoderoso Melilla, se ha visto el mejor juego del equipo en esta temporada. Y todavía no hay que cerrar la puerta de seguir otro año mas en LEB Oro.
Dolorosa salida
El último episodio de esta mini serie es la marcha de Olle Lundqvist. El base sueco cambia la isla por el Unicaja Oviedo. Esta salida es más dolorosa que las anteriores. Más que nada porque el jugador ha estado casi un año y medio lesionado. Mientras el equipo ha trabajado con él y le ha dado todo su apoyo en su recuperación. Y, ahora que está listo y el equipo necesita más que nunca de su aportación, se va. Se va gratis y sin que el Palma le ponga ninguna pega. Ante este escenario creo que es justo hacer un reparto de responsabilidades. Creo que los señores Boscana y Laso no han sido capaces de reaccionar a tiempo y dar un golpe de timón. O, tal vez, no han podido.
Responsables
Las declaraciones del director deportivo a la televisión autonómica sonaron a excusa. En plan: “Yo no tengo la culpa”. Pues lo siento. Sí que tiene usted la culpa, junto al presidente. La culpa es fea y nadie la quiere. Pero alguien debe ser responsable de este desastre de temporada. Por que no creo que sea justo darle la culpa a Álex Pérez y Pau Tomàs de este desastre. Aunque, no es menos cierto, que algo de responsabilidad tienen. Pero la final están trabajando con los mimbres que les facilitan desde el club y la dirección deportiva, sin contar con la aportación de Kike Fernández. Esperaremos sentados el próximo episodio del serial y soñando que el buen juego del equipo, en breve. tenga sus frutos.