Enric Mas parte en esta Vuelta acompañado con el aura de cierta redención. Hábilmente ha intentado escurrir la exposición afirmando que va a ir de tapado. No lo tendrá fácil el de Arta, si bien la habitual estrategia de su equipo le supondrá una gran ayuda en su propósito. Mas es consciente de que se le acaba el rédito que le endosó su amigo Contador. Llega el momento de dar el salto cualitativo que solo otorga el éxito rotundo.
De sus tres podios en La Vuelta a España, el último fue el que mejor le supo. Eran momentos inciertos. La debacle de Hautacam, la superación personal y psicológica a una presión difícil de encuadrar en un profesional de alto rendimiento, y el hecho, muchas veces obviado, de ejercer de jefe de filas del único equipo World Tour español, eran obstáculos muy difíciles de superar, en apenas tres semanas largas.
Mas tiene ante si la oportunidad de ganar La Vuelta. Experiencia y talento tiene de sobras para lograrlo.
Mas lo consiguió. Superó el arsenal de críticas envueltas en decepciones y se rehízo como ciclista acabando la temporada de forma pletórica, ganando en Emilia y con un meritorio segundo puesto en el Giro de Lombardía, detrás del casi imbatible Pogacar.
¿Un temporada en blanco?
Con esta magnífica versión, el mallorquín comenzaba la presente temporada. Mucho más suelto sobre la bicicleta y detrás de las cámaras, la primavera se le medio atragantó y en el Tour de Francia se desplomaron las mejores expectativas, teniendo que abandonar el primer día de carrera por una desafortunada caída.
De modo que es la Vuelta a España, que ha comenzado, su gran reválida como ciclista profesional. El trazado le favorece. Un escalador de su calibre y experiencia tiene que obtener resultados. La gestión que haga de su talento debe llevarle a parecerse más al Enric del último otoño que al secundario de la mejor grupeta de la carrera. La competencia que tiene es atroz, de forma que un éxito rotundo ― ganar La Vuelta con adversarios de postín ― es una oportunidad única para desvelar todas las mejores opiniones que le han convertido en el mejor tapado del ciclismo español.