Hay signos negativos que no invitan a la esperanza a falta de dos meses para el PlayOff. Solamente el colchón de puntos parece una garantía para terminar primero en las jornadas que restan. Los perseguidores inmediatos tampoco se han aprovechado de este segundo bache del líder. Solamente preocupa como llegará el Mallorca en cuanto a estado de forma. Ya no hablo de la plantilla en conjunto sino de los once titulares y los tres o cuatro cambios que pueda tener.
Los jugadores no están en un estado óptimo a un mes y medio del PlayOff.
Filiales
Llegando en esta dinámica podría interesar más enfrentarse a un filial que no a un equipo veterano y con experiencia. Son equipos capaces de lo mejor, pero también de lo peor. Los jugadores jóvenes pueden pasarte por encima pero desperdiciar cuatro ocasiones claras. También conceden oportunidades y, estando finos, puedes contrarrestarles. Lo vimos ante el Villarreal B.
Sensaciones
El Mallorca dispone ahora mismo de la dinámica de los equipos grandes. Exceptuando la clara derrota en Cornellà y por la mínima frente al Ebro, ha logrado puntuar en encuentros en los cuales se presumía que podía perderse. Ahora, a la mala racha de resultados, se une las malas sensaciones. Las ocasiones se las genera el rival. El Hércules le estrelló dos disparos al palo y el Mallorca apenas llegaba con claridad al área.
A remolque
El equipo tampoco es tan sólido atrás y encaja mucho más y debe ir a remolque en los últimos partidos. A este Mallorca le falta meter una marcha más en condición física. Los jugadores no están en un estado óptimo a un mes y medio del PlayOff. Echo de menos más dinamismo en el juego, agresividad sin balón para no dejar pensar al rival e ir a buscar la portería rival con más intención.