El futuro inmediato del Mallorca pasa por los importantísimos tres próximos partidos ante equipos de su liga -Leganés, Osasuna y Valladolid- en los cuales deberá sumar el máximo de puntos posible. La plantilla llega con un grado de euforia desatado que no debería confundir a los futbolistas ni hacerles pensar que son mejores de lo que son. Suele pasar que llega el batacazo cuando menos te lo esperas. Se debe intentar aprovechar esta dinámica positiva para jugar con entusiasmo y confianza.
Ni el Mallorca ahora es un súper equipo ni tampoco era tan malo. Para sumar tendrán que sudar mucho con margen de mejora.
Otra historia
El Leganés está muy necesitado, irá a por todas y el cambio en el banquillo puede suponer un revulsivo para sus futbolistas. Osasuna vendrá a Son Moix a hacer su partido, encerrarse y darle la pelota al rival. Un planteamiento muy distinto al que se encontraron los de Vicente Moreno ante el Madrid que juegas muy bien colocado a esperar para contragolpear. El Mallorca no debería dejarse llevar porque todavía quedan errores por corregir como los penaltis regalados y el balón parado. Son aspectos a mejorar porque, en partidos igualados, cuestan puntos que luego harán falta a final de temporada.
Efectivos
El equipo va muy justo. Moreno tiene pocos recursos en el banquillo y se necesitan refuerzos. Cada cambio va debilitando al equipo sobre el campo. Tal vez Kubo sí es un jugador de calidad pero todavía no rinde como los otros que ya tienen el guión bien aprendido. Esta victoria no debe ocultar las dificultades pero sí ayudará a subir la moral. Recordemos que este es el mismo equipo que venció al Eibar y se tiró luego seis partidos sin ganar. Siete si sumamos el amistoso ante el Poblense. Ni el Mallorca ahora es un súper equipo que va a salvarse seguro ni tampoco era tan malo antes. Todo lo que quieran sumar los mallorquinistas tendrán que sudarlo mucho con margen de mejora.
Portada: Reina y Valjent se abrazan tras ganar al Real Madrid (LaLiga).
