A estas alturas de la película en liga, no debe sorprendernos la nueva derrota del Mallorca con mala imagen incluida en Albacete. Tampoco debe señalarse al entrenador que, cansado del bajo rendimiento de sus futbolistas como visitantes, intentó cambiar en esta ocasión la mala dinámica con importantes cambios en el once. Pero tampoco funcionó. Solo se puede señalar de los terroríficos números a las carencias de muchos jugadores por su inexperiencia y falta de calidad. Cuando se exponen lejos de su estadio quedan en evidencia. Los Reina, Raíllo, Sevilla o Lago no son suficientes para imponerse a rivales que saben que, anulando la culmuna vertabral, tienen mucho ganado.
Se acaban los cartuchos y hay que sumar de tres en tres para no quedarse estancado en tierra de nadie.
No hay nivel
Solamente alguna genialidad aislada del pichichi del equipo puede, hasta ahora así ha sido, maquillar un pobre comportamiento colectivo ante la necesidad de victorias y solvencia en la península. Veremos si las islas se le dan mejor a los rojillos que deberán visitar a Tenerife y Las Palmas en sus próximas dos salidas. A los de Moreno se les acaban los cartuchos y hay que sumar de tres en tres para no quedarse estancado en tierra de nadie. El hecho de haber marcado solamente nueve goles y con dos victorias, cinco empates y otras seis derrotas, queda claro que la hoja de servicios lejos de Son Moix es decepcionante.
La segunda victoria fue el 1 de diciembre y en casa de un club como el Reus que ya está fuera de competición. Ha sido después de las vacaciones de Navidad que el bajón en rendimiento y en el juego se ha derrumbado. El equipo se pasea por los campos con más pena que gloria. Insisto, es una cuestión de nivel y no de exigencia ni compromiso. Simplemente no hay para más. Al técnico solo le queda confiar en los recién llegados para conseguir un plus que, añadido a la urgente recuperación de Salva Ruiz y pedraza, podría generarse un cambio de tendencia para ganar como visitante.
El colchón no basta
De seguir en esta mala tendencia, solamente el colchón de puntos que el equipo mantiene con la zona peligrosa -catorce a día de hoy- debe salvar a los rojillos de verse inmerso en un final de campeonato incómodo y sobre todo desagradable después de casi dos temporadas brillantes y repletas de éxitos. Sin ir más lejos, en el presente ejercicio han convivido con los de arriba: dos jornadas en ascenso directo y ocho en PlayOff. Es el mejor de los recién ascendidos y de alguno de los grandes de la categoría. Con estos números tan pobres es de agradecer que, a pesar de ocupar la novena plaza, siga a tiro la sexta plaza a dos puntos. Queda mucha ligo pero, confiarse en solamente cumplir en casa, no será suficiente para optar a luchar por la última plaza del PlayOff. Los de arriba se marchan y ya son siete los puntos respecto al quinto clasificado. Los números no salen.
