La primera vuelta del Mallorca fue magistral y ello contrasta con una segunda vuelta en la que te llegan equipos como el Elche y juegan sabiendo como contrarrestarte en todas las facetas del juego. A los de Vicente Moreno se les nubla el panorama cuando el balón deja de pasar por quien debe, no se crean las mismas ocasiones a pesar de jugar con uno más y las pocas que se tienen no se materializan.
A Budimir se le ve cómodo, sabe lo que quiere Moreno, baja el balón, se gira bien, tiene llegada y finaliza.
Adaptación
Si hay un rayo de esperanza tras el mercado de invierno este es Ante Budimir. El croata se ha aclimatado al equipo y a la isla rápidamente. Afortunadamente se le ve cómodo, sabe lo que quiere Moreno, baja el balón, se gira bien, tiene llegada y finaliza como viene demostrando. Ha sido un acierto de Javier Recio arriesgando trayendo un jugador que está dando un rendimiento excepcional. Un ejemplo similar es el de Jovan Stankovic. Se adaptó enseguida al Mallorca como otros con quien he coincidido en el Real Madrid como Pedja Mijatovic o Davor Suker. Tienen una gran habilidad para aprender el idioma, acomodarse en la ciudad y poder desarrollar su profesión.
Timidez
Por otro lado, la sorpresa negativa ha sido Leo Suárez. Es un jugador con grandes cualidades y que va sobrado en Segunda. Pero le noto tímido para dar un paso adelante, tener descaro y asociarse con Salva Sevilla suponiendo un lujo por la clase de ambos, toque y manejo del tiempo del partido para este Mallorca. Desgraciadamente, a día de hoy, todavía no han conectado su magia y el equipo se resiente. El bajo rendimiento del argentino, sumada a la lesión del serbio Stjojiljkovic, dejan a Budimir como el fichaje referencia que ha logrado besar el santo nada más aterrizas en la isla.
Portada: Budimir anotando el empate ante el Elche (M. Comas/RCDM).
