El final de temporada pinta muy bien para un Mallorca que debe tomárselo como una liga de ocho partidos antes del PlayOff. Es una obviedad que todos hubiésemos firmado esta situación a principio de año. Ahora hay que tener controlados todos los aspectos posibles para tratar de lograr el objetivo. Para ello hará falta más eficacia que los rivales directos y eludir el exceso de euforia porque, normalmente, resta.
Saber manejar el exceso de ganas, sabiendo lo que conviene en cada momento, será la clave del éxito.
Oportunismo
En las dos últimas salidas el equipo de Vicente Moreno se ha visto lastrado al encajar tan pronto. Ese es uno de los aspectos que se debe tener bajo control. Quiero creer que se trabaja bien en Son Bibiloni pero llama la atención el error de Joan Sastre queriendo despejar un balón que se iba claramente fuera. Otro factor fundamental a estas alturas del curso es saber aprovechar los errores del contrario porque no requiere ninguna virtud extraordinaria.
Riesgo
Saber manejar el exceso de ganas, sabiendo lo que conviene en cada momento, será la clave del éxito. Deportivo de la Coruña y Málaga viven una situación totalmente distinta. No es fácil acertar con un cambio de entrenador a tan poco del final. En Las Palmas tenemos el ejemplo con el fracaso del recambio de Paco Herrera y con un Pepe Mel, tercer técnico de la temporada, que tampoco da con la tecla. Puede que lo acusen porque es una variable complicada.
Portada: Los futbolistas del Mallorca agradecen el apoyo de sus aficionados en Soria (LaLiga).