El Mallorca encajó la primera derrota del curso y percibo una tremenda decepción entre gran parte del entorno al que, por cierto, hay que sumar la legión de youtubers y nuevos influencers locales aparecidos tras el ascenso a Primera División. Me cuentan los que siguen este nuevo periodismo instalado en las redes sociales que, nada más acabar el partido en San Mamés, mostraron su enfado con opiniones, algunas insolentes, hacia Luis García Plaza y el equipo. Entiendo las críticas de los profesionales de la comunicación que ejercen con rigor su trabajo pero observo con estupor que cualquiera tras una camarilla desprestigie el trabajo del entrenador.
Nunca hubiese imaginado que los youtubers e influencers tenían a García Plaza en su punto de mira.
Oportunistas
No entiendo los palos a García Plaza de los jóvenes entusiastas que ven en su plataforma una forma de conseguir seguidores bombardeando al míster por como ha planteado el partido y si debería jugar Salva Sevilla o Iñigo Ruiz de Galarreta. Hasta aquí podríamos llegar. Me llaman también la atención esas ganas que le tienen algunos al madrileño. Con la derrota en Bilbao aparecieron entre los llamados medios acreditados para incluso mofarse de su discurso en la rueda de prensa. Algo me he perdido. Pensaba que el entrenador tenía el beneplácito de todos por su trayectoria desde que aterrizó en Palma. Nunca habría pensado que algunos le tuvieran en su punto de mira. Queda claro que existe un eje contra LGP.
Incoherentes
Es imposible pensar que por haber perdido el primer partido ante uno de los grandes, algo de lo que ya avisó García Plaza en la previa, se desate una tormenta de críticas y palos también hacia muchos futbolistas que fueron elevados a héroes después de vencer al Espanyol. Muy equivocados están los que piensan que el Mallorca 2021/22 tiene que pelear por estar arriba. La realidad la dejó muy clara el director deportivo Pablo Ortells firmando salvarse en el último partido de liga. Se puede decir más alto pero no más claro. Así pues sería conveniente que todos tuvieran claro que esta liga será un via crucis. No por tener una plantilla con algo más de calidad y experiencia se le puede plantar cara a las súper potencias. Lo único que se le puede exigir es que compitan y en San Mamés lo hicieron. El futuro inminente se presenta complicado ante Villarreal y Real Madrid. Pero también es una excelente oportunidad para los que tienen a Luis García Plaza en el corredor de la muerte. Eso sí, el técnico tiene crédito infinito.