La polémica levantada el pasado domingo tras conocerse que cinco invitados acudieron al palco de Son Moix, autorizados por LaLiga, sigue generando todo tipo de reacciones. Catalina Cladera, presidenta del Consell, José Hila, alcalde de Palma, además de tres patrocinadores tuvieron el privilegio de presenciar el Mallorca-Ponferradina para disgusto de decenas de aficionados que así lo expresaron a través de las redes sociales.
LaLiga va a lo suyo porque tiene otros intereses.
Imprudentes
“Los aficionados están enfadados y con motivo”, destacó Toni Vallespir. El presidente de la Unió de Penyes apuntó que no es “el hecho que cinco personas hayan ido al palco sino que los abonados de toda la vida no pueden entrar” y calificó este episodio como una “imprudencia de LaLiga por autorizar que entren instituciones y patrocinadores, el club no tiene ojo con su gente y en tercer lugar la aceptación de los políticos es poco comprensible porque, a pesar de que seguro que cumplieron con las medidas sanitarias, tienen a doce mil abonados puede entrar ni uno solo”.
Ninguneados
Vallespir recordó que la Unió de Penyes “no ha tenido una sola reunión con el club desde hace cinco meses y a través de Zoom” y agregó que solamente tienen contacto con Aficiones Unidas que “lucha para que un pequeño grupo de aficionados pueda entrar en los estadios”. El representante del ente peñista hizo hincapié en que LaLiga “va a lo suyo porque tiene otros intereses y los aficionados poco importan” además matizar que su postura es “poder volver a los partidos cuando se pueda y con tranquilidad cuando la pandemia lo permita porque, si se autorizan mil personas en Segunda B y Tercera, debería poder ir un número adecuado en el fútbol profesional”.
