Hasta ahora estoy sorprendido, pero también decepcionado, del nivel visto en este arranque de liga. Mucha puesta en escena y empaque en los equipos que viajan en vuelo privados pero sobre el campo no son nada del otro mundo. La Primera División es uan producto muy bien vendido y controlado. LaLiga hace y deshace lo que quiere con los clubes, medios de comunicación y aficionados. Lo únicos que disfrutan de todos los privilegios son las televisiones con derechos.
En LaLiga los clubes de perfil medio y bajo saben aprovecharse del gran escaparate para engordar su cuenta corriente.
Negocio
El nivel de pulcritud que exige la patronal del fútbol no es equiparable al que se exhibe sobre el césped en la mayoría del cartel futbolístico nacional. Javier Tebas ha sabido crear un producto que mueve dos mil quinientos millones de euros por temporada gracias a las marcas FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid. Son los que proyectan el campeonato, nada que ver con la Premier donde casi todos suman. En LaLiga los clubes de perfil medio y bajo saben aprovecharse del gran escaparate que supone ser socio premium del negocio del fútbol y utilizan esta oportunidad para engordar la cuenta corriente.
Escaparate
En el caso del Mallorca no dejan de hacer caja al margen de seguir ampliando la nómina de colaboradores, patrocinadores y a la espera de anunciar el nombre comercial del estadio. La venta de entradas también es la manera más rápida de conseguir cash. Apenas quedan localidades para el partido del At. Madrid y las previsiones son de que se agote el papel en taquillas. La isla futbolera tenía hambre de Primera y la marca LaLiga vende mucho.
Portada: Kohlberg departe con Salas, jefe de comunicación, en Son Moix (TTdeporte).