El miedo a perder posibilidades de luchar por la permanencia y tirar el sueño de asentarse en LaLiga, con todo lo que económicamente representa, tiene al mallorquinismo inmerso en un mar de dudas. En otros tiempos el club sería un polvorín con otras propiedades mucho más débiles en los ámbitos económico y social. Ahora es la empresa de un grupo que preside el propietario de un banco de Arizona que ha saido imponer su criterio de coherencia. En anteriores regímenes hablaríamos de crisis abiertamente.
Dependiendo del resultado del domingo, veremos las reacciones. De momento solo alza la voz el entrenador.
De perfil
Hoy hay debate, que no enfrentamiento, entre Vicente Moreno y sus tésis sobre el nivel de los nuevos y un Maheta Molango mirando, escuchando y callando. Algo impensable antes y más si tenemos en cuenta que utiliza todo el fin de semana para viajar a ver a sus jugadores cedidos. Personalmente me llama la atención como todos -club, entorno y afición- están manejando esta situación. El encontronazo es notorio y público entre el banquillo y la planta noble. Pero parece que no solamente los implicados, sino el mundo rojillo, prefieren ponerse de perfil. Cuidado con el partido del domingo ante el Villarreal en Son Moix. Dependiendo del resultado y la imagen veremos que reacciones aparecen. De momento solamente ha alzado al voz el entrenador.
Anestesiados
Pero ojo a una grada que, de momento, está anestesiada con el antídoto de ser y ver fútbol de Primera. De seguir en este escenario puede haber un cambio de postura y comenzar a girarse al palco. Moreno, con su discurso que comenzó en verano en desacuerdo con la política de fichajes, ha hecho que todas las miradas vayan dirigidas a hacia el consejero delegado. Lo cual le da margen de confianza ante las posibles críticas por cuestiones de su negociado. Existen miedo y dudas. Malos compañeros de viaje. Parece acercarse, si no llegan los buenos resultados, aquello de ‘sálvese quien pueda’. Pero todavía nos falta escuchar a la propiedad que, hasta hoy, prefiere callar públicamente en esta fractura entre el banquillo y la entidad.
Portada: Maheta Molango y Vicente Moreno el día de la firma de la renovación (RCDM).