Ferran Giner puede considerarse como un fichaje de cara a esta próxima temporada. El centrocampista valenciano podrá disputar sus primeros minutos después de lesionarse de gravedad el 26 de noviembre en el campo del Olot. Su rotura de ligamento cruzado anterior en la pierna izquierda le apartó de los terrenos de juego durante siete meses en los que ha tenido que hacer “muchos sacrificies para darme cuenta de la fuerza que tiene el cuerpo para anteponerse a los problemas”.
Esta temporada veremos una de las ediciones más competitivas de los últimos años en Segunda.
Vencer el miedo
El futbolista rojillo recuerda la “ayuda de la familia y compañeros como Bustos o Faurlín, que ya han sufrido esta lesión, además de Vero y Magí del club”. No obstante Giner confiesa que “lo que más cuesta aceptar es el miedo porque en cada balón dividido te acuerdas de lo que ocurrió “ y agrega que “es cuestión de recuperar la confianza en meter la pierna”. El jugador nacido en la Alboraia reconoce tener “muchas ganas de competir la próxima temporada” además de señalar que todavía “no estoy al cien por cien porque me falta ritmo, pero no creo que me cueste mucho”.
Máxima exigencia
En cuanto a la nueva temporada que se avecina, Giner espera ver a un equipo “competitivo, con mucha gente y en el cual deberemos ganarnos el puesto” agregando que el éxito del año pasado “fue crear una familia en el vestuario”. En cuanto a objetivos, el valenciano argumenta que el míster “quiere que vayamos entrenamiento a entrenamiento, mirando hacia adelante y sabiendo que la exigencia de un club como el Mallorca es máxima”. El centrocampista del Mallorca matiza que “tampoco es bueno meternos demasiada presión” y avisa que esta será una de las ediciones “más competitivas de los últimos años en Segunda”.
