En un partido extraño, raro, con altos y bajos y un último cuarto para olvidar, el Bahía San Agustín sufrió la enésima derrota frente al CB Almansa. Y van doce en trece jornadas. Los visitantes, dirigidos por el mallorquín Rubén Perelló, cuentan en sus filas con un viejo conocido de la afición isleña como Carles Bivià. Un jugador que, visto lo visto esta temporada y como jugó en Son Moix, pues que quieren que les diga, que nos vendría muy bien. Contar con un jugador de su perfil, experimentado, con criterio, que no le tiembla la mano. Sería contar con referente y un jugador de equipo.
El resultado y el juego del primer cuarto daban ciertas esperanzas. Se empezó el partido con solvencia y con muestras de buen juego, pero visto el resultado final fue solo un espejismo. Salió a pista Mr. Bivià y se acabó la fiesta. El Almansa se puso el mono de trabajo y demostró por que están situados a mitad de la tabla gracias a un juego inteligente, con paciencia, buenos ataques y defensas. Punto a punto desmontaron los argumentos del Palma.
La sensación es que Pau Tomàs y Álex Pérez han perdido el mando sobre el equipo.
Talón de Aquiles
El BSA contrarrestó al Almansa con un juego egoísta y poco solidario, sin jugar en bloque y cada cual haciendo la guerra por su cuenta. “Yo me la pillo, yo me la tiro”, típico juego de patio. Daba igual si se tenía un compañero liberado o dos o tres rivales defendiéndome. Entrar en ese modo egoísta, que tanto daño esta haciendo al equipo, fue lo que provocó que se perdiera el partido. Por no hablar de los fallos en defensa. Hasta ahora era un aspecto en el que el Palma trabajaba bien.
Pues ahora también defendemos mal, dejando amplios pasillos para que el rival pueda penetrar o tirar cómodamente. La consecuencia es que los rivales nos están metiendo más de 90 puntos. En resumen, un despropósito. La sensación es que Pau Tomàs y Álex Pérez han perdido el mando sobre el equipo. Que en los tiempos muertos se dan unas indicaciones y, en cuanto los jugadores pisan la pista, se olvidan que son un equipo y que todos deben aportar, trabajar y jugar como equipo. Juntos. Si no es imposibles sacarlo.
Calculadora
“Complicado el camino hacia la salvación es”, como diría Yoda. La teoría dice que hay que ganar entre once y catorce partidos para conseguir la salvación y evitar caer en una de las tres plazas de descenso a la LEB Plata. Si tenemos en cuenta que quedan 21 jornadas, pues hagan ustedes cuentas. Es complicado, pero no imposible. Pasa por que el equipo empiece a ganar partidos ya. Teniendo en cuenta que la teoría dice que hay bastantes equipos a los que es muy difícil que el Bahía San Agustín les gane, pues no quedan muchas opciones.
Pero esto es básquet y ya saben ustedes que cualquiera puede ganar. Día 29 de diciembre, en Oviedo, el Palma tiene otra oportunidad para empezar a salvar la categoría. Haciéndonos nuestras las pablaras del gran Luis Aragonés: “al Bahía San Agustín solo le queda: ganar, ganar y ganar…”. Pero hay que ser realistas. Las posibilidades de descenso son reales, muy reales. Espero a final de temporada tener que rectificar mis palabras.