El primer objetivo del Mallorca debe ser llegar al parón navideño entre los ocho primeros clasificados. En caso de no estar en la zona de PlayOff, sería ideal que la distancia respecto a la sexta plaza sea de una puntuación mínima y asequible. Hay que tener en cuenta que en las segundas vueltas lo normal es que todos los equipos pasan por un bajón de rendimiento colectivo. Lo vimos el año pasado siendo líderes en Segunda B y también lo pasarán este año los equipos de la parte alta. Con lo cual los rojillos podrían aprovechar para recortar diferencias.
Sería un buen momento para que el Mallorca saque tajada de la situación inestable del Reus.
Respetados
Viendo la fiabilidad del Mallorca en Son Moix, una de las asignaturas para mejorar después de las fiestas será el ganar fuera de casa. El equipo responde como local, suma de tres en tres y se ha creado un respeto ante los rivales. Muchos entrenadores contrarios plantean cambios y soluciones para enfrentarse al equipo de Vicente Moreno. Ese es un valor añadido para un equipo que gana en casa y puntúa fuera. Ello plantea dudas e inseguridades en equipos que necesitan adaptarse al adversario en cada partido activando su plan B.
Incertidumbre
El encuentro de este sábado estará muy marcado por el estado de ánimo de la plantilla de un Reus que no cobra desde hace dos meses. Si su situación no se arregla, por más dignidad y amor propio que pongan, los noventa minutos se les harán largos por la incertidumbre de su situación económica. Sería un buen momento para que el Mallorca saque tajada, regrese a la isla con tres puntos y siga mirando hacia arriba para mantener el ritmo de los rivales que parecían inalcanzables a principio de temporada como principales candidatos al ascenso.
