Este año hubo cambios sustanciales en la competición. La novedad más destacada fue la desaparición del que fue club dominador de la competición regional durante sus primeras ediciones, el CD CIDE. Realmente quien desaparecía era el club; pero no el equipo de jugadoras, cuyo bloque se mudó para competir con otros colores. Este año compitió como equipo femenino del CD Atlético Baleares, uno de los clubes con mayor solera de las islas, originado en 1920 y que dio la oportunidad al equipo de disputar sus partidos en uno de los campos más atractivos de la capital, el Estadio Balear.
Las mismas jugadoras del CIDE reeditaron el título con el At. Baleares.
Son Forteza
El subcomité de fútbol femenino dentro de la FFIB continuaba presidido por Joan Crespí Pons. Su estructura seguía bajo mínimos, reducida al presidente y el resto de cargos (vocalías, tesorería, etc. vacante). Por otro lado había desaparecido el equipo del Atlético Vivero, uno de los fundadores de la competición en 1981. A su vez nacía el CF Son Forteza, fundado muy probablemente con las jugadoras del Atlético Vivero al tratarse de barrios limítrofes. Hay que añadir que el CF Son Forteza nació como club independiente, no como sección de un club masculino, y acompañaba al CD Santa María Atlètic en esta condición.
Hegemonía
La Liga Regional se disputó con cuatro equipos. Fue disputada a cuatro vueltas, extremo que tal vez ya se produjo en temporadas anteriores, pero que no hemos podido comprobar por la escasez de datos. Se impuso el CD Atlético Baleares (ex CIDE), así que se dio una curiosa paradoja: las mismas jugadoras reeditaron título, pero con un club distinto. Subcampeón fue por primera vez el CD Santa María Atlètic, que empezaba a despuntar como principal alternativa. En la Copa Presidente se impuso el Génova, que esta temporada competía dentro de la disciplina de la Unión Expontánea CF de Génova.
Primera internacional
En el III Campeonato de España (Copa de la Reina) se repitió el guión de temporadas pasadas. El campeón regional disputó los cuartos de final contra su homólogo catalán, la Peña Barcelonista Barcilona, por tercera vez consecutiva. Las catalanas volvieron a superar a las mallorquinas (4–0 fuera y 0–0 en casa). Además, hay un hito remarcable esta temporada. Por primera vez una jugadora mallorquina (Francisca Orell) es convocada para jugar con el combinado nacional: fue un Hungría-España, disputado el 27 de abril de 1985, aunque Orell no llegó a debutar.
Portada: Formación del equipo femenino del ATB en 1985 (Baleares, 7 de febrero de 1985).