La ansiedad por arrancar la industria del fútbol profesional, sin tratarse de una actividad esencial para la economía del país, tiene su explicación. En las últimas semanas, desde la patronal (LaLiga), se ha aireado lo del 1,4% del PIB que genera el negocio del balompié para crear una corriente a favor de que se reanude el campeonato. Pero los que vivimos del fútbol en cualquiera de sus ramas sabemos que, para volver a estas cifras, pasarán años.
La desescalada ofrece dudas como para que algunos, movidos por el dinero, insinúen que volverá el fútbol.
Ingresos
La explicación gira sobre la necesidad que tienen los agentes más implicados en el negocio -clubes y medios de comunicación- en volver a generar ingresos. Los primeros por los derechos de televisión y los segundos por la publicidad para poder salvar las cuentas del presente ejercicio. Con el fútbol de Primera y Segunda División regresará la publicidad a los medios que son el mejor escaparate para las firmas comerciales que, a su vez, precisan también de promocionarse tras el levantamiento del estado de alarma. Esta es la clave.
Pérdidas
El fútbol volverá a los estadios sin público, como muy tarde, a mediados de junio. Disfrutando, por cierto, de privilegios que el resto de humanos no tendremos como en el caso concreto de los viajes interprovinciales, entre otros. De no ser posible, la industria futbolística entrará en crisis y los perjuicios, para todos los que viven de él manera directa o indirecta, serán millonarios cobrándose muchos puestos de trabajo en dichas empresas. Es por ello que todos los implicados mantienen un discurso optimista con poner en marcha el circo de LaLiga incluso cuando en Francia, Holanda y Bélgica ya han bajado la barrera hasta septiembre.
Segundo plano
Lo que es una evidencia es que el fútbol ha pasado a un segundo plano entre el aficionado. Hoy no existe debate ni a nadie le preocupa lo que ocurre en su club más allá de saber si, de no jugar, se descenderá como es el caso del mallorquinismo. El fútbol, si no hay competición o fichajes, deja de generar audiencias y lectores. Más todavía cuando se vive una crisis de las actuales magnitudes donde está en juego incluso la vida de las personas. Son muchas las incógnitas que existen hoy sobre qué resultados ofrecerá la desescalada para que algunos, movidos únicamente por el interés económico, hablen de que en junio volverá el negocio del fútbol en España.