Espero y deseo que Vicente Moreno tenga, cuanto menos, detectado el problema de este Mallorca. Me cuentan, fuentes internas del club, que sí. Espero también que empiece a nuetralizarlo. Me dicen también que el vestuario está unido y es clave para ser solidarios en los partidos. Otra cosa es que el nivel de acierto individual ahora mismo no funciona. Los números son muy malos se cojan por donde se cojan. Escenifican la pobre situación futbolística del equipo. Este profundo bache puede provocar que cunda el pánico. El consuelo de la importante ventaja sobre sus perseguidores no es suficiente porque hay que ir a la raíz del problema. La dinánica del equipo es delicada y los números son crudos.
Entrenador y futbolistas hacen un esfuerzo para no mostrar preocupación de puertas hacia fuera.
Líder eficaz
El equipo no es capaz de ganar ni hacer algo que lograba en el primer tercio del campeonato cuando vencía imponiendo sus argumentos. Tal vez sin desplegar un gran fútbol pero daba igual. Esto es la Segunda B. Festivales hay pocos. Lo que hay que buscar es la efectividad. El Mallorca la tiene y se demuestra con el simple hecho de que, sin jugar bien y siendo dominado, tampoco pierde. Esta es la lectura de un líder eficaz. A estas alturas de campeonato tampoco hay que darle más vuelta. ¿No juegan bien? Me da igual. ¿No pierden? Me va bien. ¿Siguen líderes? Mejor. ¿Terminarán campeones? Fantástico. Y se ha acabado. No podemos exigir más adornos.
Preocupación
Ahora mismo el consuelo es que ni Villarreal B ni Elche aprovechan los tropiezos rojillos. Ninguno de los dos logra meterle el miedo en el cuerpo al líder. El último escenario no se está produciendo por ahora en el vestuario ni en la planta noble. Al menos de puertas hacia afuera. De puertas para dentro ya os digo yo que sí hay. Solamente faltaría que esto fuese un cumbayá como en las últimas temporadas. Así nos ha ido y por eso estamos donde estamos. Las declaraciones del entrenador y los futbolistas son una muestra de ellos. Hacen un esfuerzo para no mostrar preocupación. Se están tomando medidas para que esta situación no se alargue en exceso. Prioritariamente para que el miedo no se apodere de todos los estamentos del club. Maheta Molango no da muestras públicamente de estar nervioso. En Alicante se le vio distendido y cariñoso con los futbolistas después del partido.
Portada: Molango y Ndi en la zona mixta del Rico Pérez (TTdeporte.com).
