La Federació de Penyes del RCD Mallorca está al borde de la desaparición. Inmersa en una crisis de liderazgo, algunas peñas han iniciado un movimiento de escisión encabezado por el histórico Miquel Mesquida. La peña Barralet ya ha comunicado a Maheta Molango que están trabajando para crear la Unión de Peñas mallorquinistas. Se trata de un reducido grupo el cual su única intención es organizarse como colectivo para realizar actuación muy concretas especialmente relacionadas con la organización de desplazamientos y eventos. Desde que finalizó el campeonato han sido muchos los movimientos que, desde la Barralet, se han hecho para conseguir formar una nueva junta directiva de consenso tras finalizar en mandato de la encabezada por la hija de uno de uss fundadores.
Las peñas Barralet, Llubí, Binissalem, Santa María y los Supporters ven con buenos ojos la nueva Unión de Peñas.
Aislamiento
En la época de Rosa Plana se han sucedido las disputas internas y el aislamiento que la Federación sufre por parte del club. Tras los disturbios del día del descenso y las duras críticas hacia la gestión del CEO la federación que fundaron Miguel Garro y Toni Tacha ha llegado a su final. Mesquida le comunicó a Molango después del Trofeo de la Agricultura su intención de desvincularse y crear una nueva asociación. Fue el propio consejero delegado quien le sugirió el nombre de unión tomando ejemplo del At. Madrid. Molango le dio el visto bueno de inmediato a este nuevo movimiento peñista y les ofreció toda su colaboración para que, lo antes posible, sea una realidad. Desde la peña palmesana se trabaja con celeridad y ya se ga contactado con algunas peñas de la part forana que ya han dado su aprobación al proyecto. A día de hoy las peñas de Llubí, Binissalem, Santa María y los Supporters ven con buenos ojos la creación de la nueva Unión de Peñas.
Bendecidos
El bloqueo que desde el club se ha ejercido sobre la junta directiva de Planas y su nula capacidad de reconducir la crisis con la institución, ha sido clave para que la Federació se encuentre en un callejón sin salida y deje de existir 25 años después de su fundación. La nueva formación tiene claro que sus principios tienen que ser los de estar con el club en los buenos y malos momentos. La figura del peñista de hoy nada tiene que ver con la que han ofrecido las últimas directivas metidas en guerras mediáticas contra la propiedad del club y muy crítica con los futbolistas. Estando en periodo de constiución, este grupo de entusiastas mallorquinistas de la futura Unión de Peñas, ya están organizando un masivo desplazamiento al partido ante el Rayo Majadahonda en el Wanda Metropolitano en un viaje de ida y vuelta el mismo día. Molango ha bendecido la operación y ahora solo falta ponerse a trabajar y refundar el movimiento peñista que, poco a poco, se ha degradado.