Empaque de leyenda

Me escucháis muchas veces hablar del empaque de una persona. Pues bien, se nos ha ido Martí Mora. Una persona que reunía todo el significado de este calificativo. Un tipo con presencia, modales, respetable y, por encima de todo, cariñoso. Con Martí mi relación fue durante muchos años cercana. Primero por el fútbol y después con el tenis.  Siempre estábamos en contacto, incluso más por el tenis, un deporte que le apasionaba hasta el punto de ser el fundador de la Federació de Tennis de les Illes Balears. Aprovechaba cualquier encuentro conmigo para preguntarme por mis viajes por medio mundo con Carlos Moyà y por como eran los Grand Slam por dentro con una especial fijación por el Open de Australia. Después apareció Rafel Nadal al que también admiraba.

Se retiró a los 26 años para dedicarse a su familia convirtiéndose en referente por su popularidad y sencillez.

Saber estar

Volviendo al empaque, Mora es un espectáculo en una presentación, rueda de prensa o cóctel de la época. Sabía estar en cualquier escenario deportivo, social o político. Eso sí, siempre acompañado de su esposa Maruja García Nicolau. Se convirtieron en la pareja de moda. Él era el portero del Mallorca y ella una modelo que llegó a ser Miss Europa. Un hecho que elevó al bueno de Martí al papel couché. El portero dejó el fútbol a los 26 años por amor. Para dedicarse en cuerpo y alma a su familia convirtiéndose en todo un referente en la sociedad civil mallorquina por su popularidad y sencillez. No solamente me conquistó a mí sino también a toda la prensa deportiva. Siempre estaba dispuesto a participar en programas deportivos con un talante muy moderado y conciliador defendiendo siempre su club incluso en los momentos más complicados de su historia.

Martí Mora y su esposa Maruja García junto al alcalde Mateu Isern.

Eterna admiración

Martí Mora ha sido de los pocos que en mis casi 40 años cubriendo la información del equipo rojillo le vi pasear tranquilamente por la zona de los vestuarios del Lluís Sitjar o de Son Moix. Su figura siempre ha sido muy respetada y querida en la entidad mandase quien mandase. Martí era una leyenda y todos le querían cerca. Con el último alto cargo con quien mantuvo una excelente amistad fue con el CEO Maheta Molango. Después de los partidos, en el túnel de vestuarios o en las zonas VIP, era donde el exportero conseguía transmitir a la cúpula serenidad y optimismo después de los partidos dependiendo del resultado mostrándose muy afectuoso siempre con los futbolistas. Mi admiración hacia Martí será eterna. De ti siempre he valorado el interés por mi trabajo y es algo que te agradezco. Ya debe estar el Mallorca trabajando en algo más que dos ramos de flores y un minuto de silencio el día del Cartagena. Bolao y Martí Mora necesitan tratamiento de héroes. Estaría bien que se le despidiera con todos los honores. En el cielo han ganado mucho empaque y bondad con su llegada.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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