Había renovado felizmente por el Arkea. En el vídeo donde anunciaba su continuidad con el equipo francés se le veía especialmente feliz y ambicioso ante la nueva temporada. En la última, Nairo Quintana se había mostrado atrevido e inquieto en algunas de las citas principales del calendario. Ganador del Tour de la Provence con registros asombrosos en el Ventoux, a punto estuvo de reconquistar la Volta Catalunya. Aunque su principal éxito fue acabar entre los diez primeros clasificados en el Tour de Francia.
Un éxito que le sepultó para la competición durante todo un año, después de su positivo en Tramadol, sustancia prohibida por la UCI pero que no estaba incluida en la relación de la agencia antidopaje.
Un año amargo y en blanco le servirán de catapulta cuando reviva las grandes citas de la próxima temporada
Más de doce meses larguísimos que llegaron a dudar de su continuidad en el ciclismo profesional. Obligado a ofrecer una disparatada conferencia de prensa, convocada con excesiva expectación, desmintió el rumor que se había prodigado en todas las rotativas. Nairo no abandonaba, seguía pedaleando. Solo le faltaba encontrar acomodo para continuar en el World Tour.
Tuvo importantes ofertas en el ciclismo sudamericano. Pudo haber seguido los pasos de su paisano Miguel Angel López, expulsado del Astana. Los meses transcurrían y Nairo seguía sin equipo. Desfilaron distintas opciones, el Bahrein, el Israel Premier Tech, el Trek… ninguna cuajó, El destino de Nairo sería el Movistar Team, pero para ello tuvo que pasar todo un interminable año en blanco.
Un Movistar más necesitado que nunca
La grisácea temporada del equipo de Unzúe y las exigencias económicas de los grandes figuras, inalcanzables para el Movistar, acabaron juntando los intereses de nuestros protagonistas. Quintana necesitaba un equipo, y el Movistar, reforzar su plantel, irremediablemente.
El colombiano es conocido sobradamente por los directores del conjunto navarro. Arrancará su segundo ciclo con más hambre de triunfos y sed de victorias que nunca. La larga travesía en el desierto habrá tenido momentos agrios y ásperos. Todos esos imborrables recuerdos servirán de catapulta cuando reviva las sensaciones de la máxima y más exigente competencia.
La gestión de los egos y la empatía entre líderes es una asignatura pendiente para el Movistar.
Nairo es un campeón. Fue el primer colombiano capaz de ganar un Giro de Italia, y suceder al mítico Lucho Herrera haciendo lo propio en la Vuelta. Batalló a brazo partido en la era Froome para escalar a lo más alto del podio del Tour de Francia. Es un escalador nato, corredor que forja sus triunfos a fuego lento, pero que no se arruga en las etapas señaladas. Toda una garantía para un Movistar carente de alternativas a Enric Mas cuando el mallorquín, por un motivo u otro, falla más de lo esperado.
La presencia de Quintana ayudará a mejorar el rendimiento de Enric Mas. El mallorquín ostentó el pesado manto de jefe de filas en solitario en el 2023. Tuvo su peor temporada. Es probable que compartir la carga le libere de presiones vanas, rescatando su mejor ciclismo. Para ello, será fundamental que la empatía entre ambos ciclistas se cuide y se trabaje en la cocina del equipo. Hay demasiado en juego.
Fotos: La Voz y Ciclo21