Se han cumplido veinticuatro años del fichaje de Figo por el Real Madrid. Aquel órdago alteró para siempre el orden preestablecido. Es cierto que existieron casos similares, Schuster, Laudrup…, pero lo del portugués fue un impacto que rebasó todos los decibelios de la época y su onda expansiva todavía alcanza nuestros días.
El fichaje de Figo por el Real Madrid de Florentino Pérez cambió el fútbol. Fue mucho más que un fichaje, fue una conquista moral.
Florentino Pérez se apunta un último galáctico con el fichaje de Mbappé.
El Barça con Cruyff había conseguido quitarse la losa de una historia perdedora y miraba a los ojos a su eterno rival. Las ligas conseguidas en el último suspiro habían cambiado el signo de la historia. La suerte se ponía del lado del FC Barcelona. La moneda caía cruz para el Real Madrid.
Hasta que el ciclo cambió con el fichaje de Figo. Después llegaron los Zidane, Beckham, Ronaldo, Cristiano Ronaldo… y ahora aterriza en la capital, Mbappé. El fichaje estrella que viene a revalorizar la Liga de Tebas y que está llamado a convertirse en un reclamo dentro y fuera del campo.
Deseo cumplido
Mbappe ha sido el objeto del deseo para el madridismo durante muchos años. El francés supo regatear los encantos del poder de atracción, valor acreditado del presidente Florentino. Su presencia en un Real Madrid triunfante parece querer convertirlo en invencible.
Sin embargo, esta historia la hemos contemplado otras veces. El fútbol moderno, todavía conserva el secreto indescifrable que no garantiza que un equipo, que tiene a los mejores jugadores del planeta defendiendo su camiseta, se convierta en un buen equipo. La figura admirable de Ancelotti es un aval por considerar, pero torres más altas hemos visto caer. Y en alguna, ondeaba la bandera con el escudo del Real Madrid.
El equilibrio de Ancelotti
El equilibrio es la piedra angular sobre la que se sostiene el concepto del fútbol que predica Ancelotti. Equilibrar las transiciones ataque-defensa y viceversa, es el argumento que compensa neutralizar la velocidad en el juego, ley que impera el futbol moderno.
Mbappé es el paradigma de este fútbol. Velocidad coordinada y eficacia goleadora, sin un egoísmo excesivo. Lo que viene a significar que la asistencia se conjuga en su diccionario futbolístico.
La duda primigenia estriba en conocer la demarcación en dónde se le empleará y cómo gestionará la transición que obliga toda pérdida de la posesión. Se plantea la duda de saber si se le eximirá o no de esta crucial responsabilidad, cometido fundamental para el equilibrio táctico del equipo, santo y seña del entrenador italiano.
Un nuevo vestuario en ciernes
Mbappé llega a un vestuario cohesionado que pierde dos capitanes, Nacho y Kross, así como dos referentes futbolísticos y humanos de alta valía personal. Futbolistas de peso específico en el campo y sendas personalidades respetadas y respetables en el vestuario, el semillero de los graves problemas donde históricamente se han larvado las complicaciones en clubes como el Real Madrid.
Nuevos capitanes tendrán la difícil misión de hacer olvidar el excelente legado personal de Nacho y Kross.
La salida de estos dos referentes de generosidad, entrega y compromiso cierra un ciclo glorioso. El último fichaje de la factoría galáctica de Florentino reestrena la nueva versión del Real Madrid.
El Real de Mbappé comenzará en Mallorca, como en su día lo hizo el de David Beckham…, y aquella fórmula no salió tan bien que se esperaba.
